La situación de los incendios volvió a cobrar protagonismo en la Cámara de Diputados este miércoles, cuando el diputado Bartolomé Abdala, del bloque Institucionalidad, presentó un proyecto de declaración, manifestando que se “vería con agrado la adquisición de un avión sanitario e hidrante para ser utilizados en situaciones de emergencia, por parte del gobierno de la Provincia de San Luis”.
“Es un problema que, la verdad, es permanente. Tenemos que evitar que nuestras sierras, nuestros campos, nuestras casas sufran estos accidentes. De más está decir lo que sufre la flora y la fauna de nuestra querida provincia. Si tuviéramos un avión hidrante en nuestro aeropuerto, no tengo dudas de que en 5 o 10 minutos, a lo sumo una hora según el lugar más lejano del aeropuerto, estaríamos ya combatiendo las primeras llamas y a continuación pueden los bomberos con su tarea de apagar el fuego y terminar con el tema de las brasas”, dijo Abdala. “Si esperamos que desde el Plan Nacional del Fuego, desde la Nación nos envíen los aviones hidrantes, ya se nos quemó media sierra”, agregó el legislador.
Desafortunadamente, el oficialismo provincial rápidamente se opuso a este proyecto, sosteniendo, como ya lo hizo el Gobernador la semana pasada, que la compra no es necesaria porque Nación envía aviones hidrantes cuando hay grandes incendios. “Se ha trabajado de forma articulada con Nación, que se ha trabajado de forma articulada con Nación, es más, estuvo Cabandié, el ministro de Medio Ambiente de la Nación, hablando con los funcionarios y trayendo aviones para ayudar a combatir este fuego”, dijo, literalmente, Sonia Delarco, presidenta del bloque Unidad Justicialista.
“El Gobernador ha manifestado en la comunicación que mantuvo con los medios de comunicación e información que emitió sobre los temas, sobre todos los temas pertinentes de interés para la sociedad de la pandemia, como es la pandemia, los incendios y tanto, tantas situaciones más que nuestro Gobierno provincial tuvo que hacer frente, como las movilizaciones, las movilizaciones a cargo, o digamos, protagonizada por diferentes sectores, manifestó en esa rueda de prensa de que estábamos trabajando articuladamente con Nación con los equipos necesarios”, agregó Delarco, en una de las oraciones más enredadas de la historia de la Cámara.
Delarco también criticó la redacción del proyecto y a esto se sumaron Gastón Hissa, de San Luis Unido, y Juan Pablo Funes Bianchi, de Todos Unidos, con justa razón. Esto se debe a que, en su artículo 1, el proyecto habla de un “avión sanitario e hidrante”, mientras que en sus fundamentos habla de “trasladar por vía área enfermos de alto riesgo” y también de “atender emergencias médicas, civiles y de seguridad”.
De igual manera, Hissa sostuvo que está de acuerdo con el fin del proyecto y adelantó el voto afirmativo de su bloque. Otro que acompañó el proyecto, pero también criticó la redacción del mismo, fue el presidente del bloque Todos Unidos, Juan Pablo Funes Bianchi. “Celebro que el Gobierno provincial trabaje mancomunadamente con el Gobierno Nacional, agradezco que el ministro Cabandié se haya acercado a la provincia, creo que es un camino que hay que transitar. Con respecto a que San Luis tenga el avión hidrante propio, creo que debe ser así, por diferentes puntos, pero por sobre todas las cosas por algo que es histórico para la provincia, que nosotros llevamos como bandera, que es la autonomía provincial. Históricamente ha sido así”, dijo Funes Bianchi, destacando que se pierde tiempo en los “trámites burocráticos” necesarios para que venga el avión.
El debate por este tema se hizo bastante extenso y, cuando retomó la palabra, Abdala dijo que accedía a modificar el proyecto para que quede en claro que se habla de un avión hidrante. Eventualmente, Unidad Justicialista pidió pasar a un cuarto intermedio, algo que no es muy habitual para una simple declaración. Durante el receso, los bloques acordaron pasar el proyecto a comisión ya que, la semana que viene, el jefe de San Luis Solidario y también presidente de la Federación de Bomberos Voluntarios, Damián Gómez, va a ir a exponer a la Cámara de Diputados, en el marco del pedido de informe que impulsó la semana pasada Todos Unidos.
Durante la sesión también se produjo un extensísimo debate en torno a un proyecto de la diputada Anabela Lucero para repudiar a un medio de comunicación, del cual no puso el nombre para no darle “entidad”, que publicó una nota destacando el altísimo precio de un celular iPhone que la jefa de Gabinete, Natalia Zabala Chacur, tuvo en sus manos durante la última conferencia de prensa del Gobernador.
Lo más increíble de este debate es que los legisladores del oficialismo lo encararon como un tema de “violencia de género”. Obviamente, los diputados del oficialismo saben que el medio poggista que publicó esta nota hubiese hecho exactamente lo mismo si se hubiese sido un funcionario de sexo masculino el que tenía el costoso teléfono en sus manos, pero, tal cual pasó con el juicio entre Diego Masci y Natalia Spinuzza, decidieron volver a jugar la carta de la violencia de género.
“Creemos que este artículo tiene un fin fundamental, que es discriminar a quien hoy es jefa de Gabinete por haber adquirido un determinado celular, de determinadas características de marca. No es un mero chisme, es discriminar a esta funcionaria”, dijo Delarco, quien también criticó a los bloques que adelantaron que se iban a abstener. “No creo que de esta forma están defendiendo a la mujer, estén defendiendo a las mujeres en su totalidad”, manifestó la ex opositora y ahora ultraoficialista.
“¿Qué pasa si alguien la agrede mañana a la ministra por tener un celular caro? ¿No saben la situación que está viviendo el país?”, dijo Daniel González Espíndola en uno de los momentos más insólitos del debate, preguntando además si alguien se fijó “en la cámara que utiliza el dueño del medio para filmar”. “¿Quién se la paga? ¿Poggi le paga la cámara? Si se comete un daño con la libertad de prensa, hay que responder, si te hacen un repudio, bueno, bancatela”, continuó “el Abeja” Espíndola, enojadísimo por una nota sobre un celular.
Este tristísimo debate, que no aporta absolutamente nada a la vida de los puntanos, terminó durando más de una hora y, para colmo, el proyecto fue aprobado por 21 votos afirmativos, 7 negativos y 9 abstenciones.