Esta tarde, La Gaceta Digital dialogó con el abogado Delfín Chávez, quien nos contó sobre el asalto que sufrió el día de ayer en el estudio que comparte con su hermano Ramón y también sobre el singular episodio que tuvo que vivir, a causa de ser ciego, a la hora de declarar ante la Policía.
“Fuimos víctimas de una asalto a mano armada anoche. Entraron dos individuos y, a punta de pistola, nos redujeron a mi hermano, a mi y a mi sobrina que casualmente estaban en el lugar, y procedieron al robo con amenazas de muerte, forcejeo leve y nos sustrajeron dos computadoras y 3 celulares”, contó Chávez, agradeciendo que las oficinas estaban sin gente, pero lamentando la pérdida de su equipamiento por el software que traduce texto a voz y que él precisa para trabajar por su discapacidad.
Al malestar por esta situación se sumó “un pequeño inconveniente” en la Comisaría Segunda, cuando fueron a radicar la denuncia. “Cuando voy a realizar la parte mía de la denuncia como damnificado, la instructora que estaba tomando la declaración no supo distinguir entre un discapacitado visual y un discapacitado mental, creyendo que yo no tenía capacidad psicológica como para entender lo que iba a declarar. Por lo tanto, requería que otra persona declarara por mí, cosa que es un error garrafal, de nulidad insalvable en materia de derecho. En mi carácter de abogado tuve que corregir la situación, pero igualmente insistía que dos personas estuvieran presentes en la declaración. Le digo: ‘no soy un discapacitado mental, solo soy una persona ciega. Si puedo asistir a audiencias o juicios orales como he estado esta semana, a Tribunales o a las Comisarías, obviamente puedo prestar una declaración como denunciante”, relató el abogado.
Eventualmente, la mujer policía cedió y le tomó la declaración a Delfín Chávez, aunque fue asistido por un testigo “para tranquilidad de ella”. “Ese detalle me llamó muchísimo la atención, porque si yo no fuera abogado, a otra persona ciega no le hubieran tomado la denuncia. Es una gran irregularidad. Si le permitían declarar a otra persona por mí, era nula la declaración y la misma Policía iba a estar viciando su propia investigación”, explicó el letrado. “Salen mal preparados los chicos de la Escuela de Policía y después se enojan cuando los abogados defensores sacan a los presos por nulidades provocadas por la misma policía”, agregó.
Para finalizar, y volviendo al hecho, Chávez contó que su estudio está ubicado en una zona a 80 metros de la Comisaría 2da, la cual ha sufrido una ola de robos en las últimas semanas. “Robaron la farmacia, robaron el negocio, robaron la agencia de quiniela que está al lado nuestro. Estábamos faltando nosotros”, concluyó el abogado.