
En diálogo con La Gaceta, Diego Astudillo, presidente de la CACAUNI (Cámara Única de Lugares Diurnos o Nocturnos con o sin Actividad Bailable), dio detalles de la reunión que empresarios del rubro, tras varios meses de reclamos, mantuvieron hoy al mediodía con el Comité de Crisis provincial con el objetivo de lograr la reapertura de los locales bailables.
Según manifestó Astudillo, uno de los movilizadores de este reclamo fue la noticia que trascendió este lunes, sobre una mujer que denunció haber sido abusada sexualmente por 3 hombres en una fiesta clandestina. Cabe recordar que desde hace meses que desde la Cámara de Boliches se viene advirtiendo sobre el peligro que conllevan las fiestas clandestinas, ya que en ninguna de ellas hay personal de seguridad. “Eso nos movilizó mucho porque es algo que nos veníamos venir. La clandestinidad es muy peligrosa a todo nivel, no solo en el sanitario, sino al nivel de seguridad de todos los asistentes, ya que están librados a la buena de Dios”, dijo el empresario.
En cuanto a la reunión, Astudillo la calificó como positiva, destacando que “se charlaron bien a fondo todos los temas” y se quedó en “seguir avanzando rápidamente en esto”. Una de las alternativas que se baraja es la utilización de la CIPE, incluyendo en la misma información sobre si la persona se ha realizado un PCR o no, dentro de un determinado periodo de tiempo. “Será el ingreso con PCR negativo, hecho en una fecha adecuada que nos irá a decir el Ministerio de Salud”, dijo Astudillo.
Otro punto que destacó el empresario es que desde el Comité les transmitieron que la franja que menos se hisopa es la gente joven, por lo que exigir un PCR para asistir a un local bailable podría incentivar esta conducta. “La idea es que pongamos en la puerta de cada local bailable un stand donde los chicos puedan hacerse un PCR para ingresar”, comentó Astudillo, calificando como “buena” esta más que insólita condición que está barajando el Comité de Crisis.
“En un momento se hisopó mucho porque estaban las fiestas de egresados, pero después los chicos fueron reacios a seguir hisopándose. Entonces, nosotros que movemos un poco de esa franja de edades podríamos ser un nexo inexorable para inducir a los chicos que se hisopen para que puedan juntarse con sus amigas y disfrutar una noche segura de baile”, comentó el bolichero.
Por lo pronto, se acordó continuar con reuniones virtuales para definir el tema lo antes posible. “Esto urge porque ha pasado algo muy grave y además porque nosotros llevamos un año sin abrir y creo que ya no da para más el sector, donde tenemos 5 lugares que han cerrado sus puertas fundidos. No es que si están cerrados los locales nadie baila, se sigue bailando normalmente, con una clandestinidad y un riesgo asombroso”, concluyó Astudillo.