Durante la tarde de este viernes, Jorge Emiliano Barroso fue condenado a 11 años de prisión por ser encontrado penalmente responsable, como partícipe secundario del “homicidio calificado por ensañamiento y criminis causae” de Antonio Ferrara, ocurrido en 2010.

El tribunal que lo juzgó estuvo conformado por camaristas del fuero civil de la primera circunscripción: Javier Ayala (presidente), y Federico Lucero Gagliardi, ambos de la Cámara Civil, Comercial, Minas y Laboral N° 1; y Mónica Ponce de Xacur, de la Cámara Civil, Comercial, Minas y Laboral N° 2. Esta integración se debe a que las Cámaras Penales N° 1 y N° 2 se excusaron de intervenir y de acuerdo a lo establecido por la Ley Orgánica de Justicia en su artículo 23, el orden de subrogaciones dispone que el tribunal deberá ser reemplazado por “los Jueces de Cámara Civiles, Comerciales, Minas y Laboral de la misma Circunscripción Judicial”.

Una hora antes del veredicto, tanto el fiscal de Cámara N° 1, Maximiliano Bazla Cassina, como la defensa técnica del imputado, encabezada por los abogados Marcos Juárez y Ramiro Rubio, expusieron sus alegatos.

Bazla Cassina manifestó que durante el debate quedó acreditado el grado de participación secundaria del imputado y en consecuencia pidió que Barroso fuera condenado a la pena de 11 años de prisión, accesorias legales y costas por el delito de homicidio calificado por ensañamiento y criminis causae.

Cabe señalar que Barroso llegó al debate oral imputado como presunto coautor del delito de “homicidio en ocasión de robo, agravado por alevosía y el concurso premeditado de más de dos personas”, por lo que la Fiscalía había solicitado la pena de prisión perpetua.

A su turno, Juárez expresó que no iba a pedir la absolución de su defendido, ya que Barroso confesó su participación en el robo que se produjo en el domicilio de la víctima, pero no en el homicidio y que eso quedó demostrado cuando ninguna de las muestras de ADN recolectadas en el lugar lo vincularon al hecho. No obstante, Juárez solicitó la morigeración de la pena al considerar que Barroso “es una persona que tiene posibilidades de cambio serias, ciertas y que de alguna manera todo el tiempo que lleva de encierro, lo ha hecho recapacitar y darse cuenta de que una situación que parecía ser tan sencilla, terminó en un hecho tan lamentable”.

Con el veredicto de hoy, concluye la causa
Por esta muerte, en 2016, la Cámara Penal N° 1 juzgó y condenó a prisión perpetua a Walter Emanuel Ferreira, por encontrarlo culpable del delito de “homicidio calificado por la alevosía criminis causae”. Los jueces consideraron que el hombre de 28 años en complicidad con otra persona, mató para ocultar un robo.

Antonio Ferrara fue encontrado sin vida en su domicilio del Barrio Lucas Rodríguez, el 3 de noviembre de 2010. Estaba maniatado y amordazado. Los informes forenses determinaron que murió por asfixia de sus vías aéreas superiores. La víctima tenía 48 años, era bioquímico y era el responsable del programa VIH-Sida del Ministerio de Salud del Gobierno de San Luis.