El gobernador Alberto Rodríguez Saá aseguró que los planes sociales han fracasado e hizo referencia al Plan de Inclusión Social. Adelantó que el plan social provincial deberá ser reciclado próximamente.

Los planes sociales como están hoy, han fracasado. Los planes sociales son una ayuda en un momento de crisis, pero cuando con esa ayuda, la crisis sigue, hay más hambre y esa ayuda se convierte en estructural se pierde la cultura del trabajo. Algo no está funcionando bien”, consideró el mandatario provincial en la reunión del Consejo Económico y Social.

“Voy a pensar cómo hacemos con el Plan de Inclusión Social. No quiero que el Plan de Inclusión de San Luis le digamos el plan porque me convierte a este sector en los planeros. ‘Tengo un plan, me quedo ahí. No hago nada, auméntame el sueldo porque tengo un plan. No trabajo, no me capacito, no busco trabajo’. Quiero que sea inclusión, un camino dentro de la cultura del trabajo, que nos lleve a un trabajo mejor”, fue la bajada de línea de Rodríguez Saá.

Afirmó que se debe reciclar el Plan de Inclusión “sin hacer daño al tejido social, y con una enorme creatividad, lograrlo”. También pidió que se haga en diálogo con el sistema económico y social.

El Plan de Inclusión Social se creó en 2003 con el objetivo combatir la desocupación en la provincia y tuvo por aquellos días más de 40.000 beneficiarios. Durante varios años, el pago se realizó con los “cheques de Inclusión” hasta que en agosto de 2017, se comenzó a pagar por transferencia bancaria.

Desde septiembre de 2019, el Plan de Inclusión en compatible con la Asignación Universal por Hijo (AUH). Por lo tanto, una persona puede cobrar ambos beneficios.

Actualmente, un beneficiario del Plan de Inclusión percibe $22.000 y la AUH está en $5.677, hijo con discapacidad en $18.494 y la ayuda escolar anual $4.758.

Según información que brindó un julio de este año, la ex jefa de Gabinete, Natalia Zabala Chacur, son 27.647 las personas que integran el plan social de la provincia. En junio de 2020, eran más de 30.000.