A un año de la desaparición de Guadalupe Belén Lucero Cialone, más de mil personas marcharon hoy por la ciudad de San Luis, desde la esquina de la Sociedad Española (Colón y Bolívar) hasta el Poder Judicial. La marcha avanzó por calle Colón, evitando así lugares que habitualmente son vandalizados en manifestaciones feministas, como el sanitario Rivadavia y la Catedral; hasta 9 de Julio. Allí dobló a la derecha y avanzó hasta San Martín para darle la vuelta a la manzana a la plaza Independencia.
A la marcha asistieron, además de familiares de Guadalupe y sus amistades, distintas ONG, sindicatos, docentes, cientos de autoconvocados, numerosas figuras de Avanzar (incluyendo al diputado nacional Claudio Poggi), del radicalismo y de Libres del Sur, con decenas de jóvenes que colaboraron activamente con la marcha, cortando el tránsito en muchas esquinas, tocando tambores y repartiendo panfletos.
Al llegar al Poder Judicial, la expresión en cientos de personas fue de asombro al ver una enorme presencial policial, con más de 50 efectivos que brillaron por su ausencia en la marcha de Ni Una Menos, donde se permitió vandalizar la ciudad sin ningún tipo de restricción.

Frente al Poder Judicial, Silvia Domínguez, abuela de Guadalupe, habló con un megáfono hacia los efectivos policiales apostados en el edificio. “Les pedimos mil disculpas hoy a ustedes, por tener que estar acá, porque hemos marchado pacíficamente y no pensamos romper nada. Solamente la familia está pidiendo la renuncia del ministro”, dijo Domínguez. “Le pido al señor Gobernador que cumpla la palabra a la familia, de que, si no aparecía Guada, se iban todos. Y seguimos teniendo el mismo ministro y el mismo jefe de Policía que no supieron estar a la altura de lo que fue el secuestro de una criatura”, agregó la abuela de Guada, quien, a pesar de la presencia de Yamila Cialone y Eric Lucero, fue la única persona del núcleo familiar que habló.
Como la mayoría de las personas no pudo escuchar a Domínguez a través del megáfono, la mujer tomó nuevamente la palabra con un micrófono conectado al sistema de audio que se había dispuesto para la marcha. Devastada, su mensaje fue similar al anterior, agradeciendo que la marcha se haya desarrollado pacíficamente y nuevamente pidiendo a Rodríguez Saá que cumpla su palabra de “que si no aparecía Guadalupe se iban todos”. Domínguez reiteró además su gratitud hacia todos los efectivos policiales que realizaron los rastrillajes y también hacia los que custodiaban el Poder Judicial. “Siguen órdenes, que es su trabajo”, dijo la abuela de Guadalupe.
“Si la gente se sumó hoy a este pedido de justicia y a lo que pide la familia es porque la seguridad en San Luis no sirve. Desde el secuestro de Guadalupe han pasado muchos actos de delincuencia, donde el ministro no ha estado a la altura de cada uno de ellos. En un acto de grandeza, lo menos que puede hacer es renunciar y que sea alguien realmente competente el que quede en el cargo de ministro de Seguridad”, añadió Silvia.
“No es vida la de mi familia desde hace un año, donde vivimos con la inercia de vivir y de saber de qué, en algún momento, va a llegar esa noticia de que encontraron a Guadalupe. No siento a mi nieta sin vida, siento que en cualquier momento la voy a volver a ver, como lo siente su madre y toda su familia, que la va a buscar hasta encontrarla”, concluyó Silvia Domínguez, con un mensaje de paz y una entereza ejemplar.
Acto seguido, distintas personas tomaron la palabra, siendo la renuncia del ministro de Seguridad, Luciano Anastasi, el pedido más generalizado. Hubo también una mujer que agarró el micrófono para culpar a la prensa de que muchos operativos policiales hayan salido mal, pero inmediatamente Silvia Domínguez, junto a Gladys Miranda, aclaró públicamente que la familia de Guadalupe está sumamente agradecida por el apoyo de la prensa local y nacional.
La marcha cerró con distintas expresiones artísticas alrededor de las 20 horas.