“Ustedes sigan discutiendo, a ver si va, si viene, no sé qué más. Nosotros nos vamos a poner a trabajar”. Estas fueron algunas de las palabras del profesor Juan Arce, de las escuela N° 10, Martín Miguel de Güemes, quien asistió a la sesión verde del Concejo Deliberante, acompañado de sus alumnos de 6to A y 6to B, con la esperanza de poder presentar un proyecto que ayudaría a la institución y también a la ciudad.

Para su frustración, los concejales entraron en un larguísimo debate sobre si el despacho de comisión se había hecho correctamente y de manera legal, con acusaciones de todo tipo que volaron de un lado a otro del recinto. Cuando todo esto terminó y finalmente tuvo la palabra, el profesor Juan Arce les dijo a los concejales que estaban con un “gustito medio amargo”, ya que sus alumnos venían con la expectativa de presentar un proyecto a los concejales. “Somos informáticos. Los chicos son expertos casi en informática. Se forman técnicos, salimos técnicos”, dijo Arce, quien explicó que en la institución, “sin irnos a la ONU”, tienen un problema “bien concreto”, que es la falta de baterías, por lo que querían presentar un proyecto para que la institución sea un punto de recepción y clasificación de las mismas.

“Si tuviésemos que tratar el proyecto, nosotros en el aula, en vez de discutir si va, si viene o que más, lo ponemos sobre la mesa y lo tratamos en el momento. Entonces, en lo que a mi concierne, y para no exponerlos a ellos, creo que es más fructífero que nosotros volvamos al aula, que estamos haciendo bien las cosas, y ustedes sigan discutiendo, a ver si va, si viene, no sé qué más. Nosotros nos vamos a poner a trabajar. Nos gustaría el apoyo, así que vamos a esperar si sale o no sale, pero nosotros estamos preparados para ejecutar. Así que nosotros nos vamos a retirar, vamos a seguir estudiando”, fueron las categóricas palabras de Arce, quien luego se retiró del recinto, acompañado por sus alumnos y siendo aplaudido por la oposición, a pesar de que la crítica apuntaba tanto a ellos como al oficialismo. Esto último fue muy cuestionado por el presidente del Concejo, Gastón Témoli, quien consideró “una vergüenza” que la oposición aplaudiera la retirada de los chicos.

Segundos después, la oposición hizo lo mismo, dejando la sesión sin quórum. Cuando esto ocurrió, la concejala Gatto, que justo tenía la palabra y la estaba utilizando para pedir una sanción contra Araujo, les dijo a los opositores: “qué vergüenza, ladrones, corruptos”.

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