El pasado viernes por la tarde, un vecino de Luján alertó a los Bomberos Voluntarios de la localidad de la presencia de una boa constrictor occidentalis, también conocida como boa de las vizcacheras o lampalagua, solicitando una intervención de rescate. El ejemplar estaba en el paraje El Vinagrillo del departamento Ayacucho, casi llegando al paraje El Señuelo.

Al llegar al lugar, los bomberos realizaron maniobras de rescate del animal bajo los protocolos recomendados para preservar la integridad de la lampalagua y así poder devolverla a su hábitat natural. El ejemplar fue trasladado a la reserva ‘Las Higueritas’ donde fue recibido por los guardaparques.

Una vez dominado el animal, pudieron constatar que medía 2,80 metros de largo, 30 centímetros más largo del promedio femenino de la especie y más de un metro por encima del 1,70 que frecuentan los machos.

¿Qué hay que saber sobre la boa lampalagua?

La especie no es venenosa y posee un comportamiento solitario y más bien nocturno. Rara vez ataca al hombre, aunque su manipulación siempre debe ser ejercida con precaución dada su tendencia a la mordedura cuando se ve amenazada o tiene hambre.

Carente de veneno, la lampalagua mata por constricción, y entre sus alimentos favoritos aparecen ratas, vizcachas, pájaros pequeños y lagartijas.

Características

Es una serpiente movediza, silenciosa y una de las más grandes que habita la Argentina.

En algunas regiones ha sido víctima del mascotismo, una de las causas que, junto con la caza indiscriminada y la destrucción de su hábitat, ha llevado a la especie al límite de la extinción.

Tienen una esperanza de vida de entre 20 y 30 años. La especie argentina integra el numeroso grupo de boas constrictoras que se distribuyen por gran parte de nuestro continente.