Esta semana, el intendente Gastón Hissa está manteniendo una serie de encuentros, mano a mano, con la prensa local. Este martes fue el turno de La Gaceta Digital, donde nos encontramos con un Hissa extremadamente cauto y precavido, hasta se podría decir temeroso, en lo que respecta a definir cómo será su gestión y las obras que desea encarar. Entre la incertidumbre nacional y las críticas a la gestión de Sergio Tamayo, Hissa claramente prefiere la cautela por sobre promesas que no está seguro que vaya a poder cumplir.

Esto fue más que evidente en el discurso del pasado viernes, en el Concejo Deliberante. “El tono del discurso fue muy institucional. Fue mi decisión de que así sea, por el contexto en el que se encuentra el municipio de San Luis y también por todo lo que estamos pasando los sanluiseños y los argentinos”, dijo el intendente, quien luego se adentró en el contexto con que el que se encontró cuando asumió.

“Fue mucho más adverso del que yo creía que me iba a encontrar”, dijo el intendente, quien luego enumeró muchos puntos que ya comunicó en otras ocasiones, como el ya mencionado discurso del viernes y el informe que dio el 19 de diciembre de 2023. “Lo que quise fue transparentarle al pueblo de San Luis con qué me encontré, porque me sentía con la responsabilidad y la obligación, de un servidor público honesto y serio, de decir cuál fue mi punto de partida”, reafirmó.

Pasando este punto de partida, y ya centrándonos en estos primeros meses de su gestión, Hissa dejó más que claro que la recolección de residuos ha sido mucho más complicada de lo que se esperaba; mientras que el abastecimiento de agua no fue tan grave como lo esperaba. Hubo problemas con ambos servicios, no lo negó, pero sin lugar a dudas la recolección es lo que más preocupa al intendente.

“Yo estoy convencido que vamos por el camino correcto. Con deficiencias, con muchísimas cosas para ajustar. Pero no podía anunciar más que aspirar a la mejoría y la prestación de calidad de los servicios públicos”, comentó Hissa, mostrándose una vez más reacio a querer hacer algún tipo de anuncio que alguien después le pueda echar en cara.

Segundos después se animó a decir que va a implementar “un buen plan de pavimento”, que también definió como “integral”, pero lo enfocó principalmente en el bacheo. “Pavimento hay en la ciudad de San Luis. La verdad es que el 90% tiene pavimento, salvo algunos barrios nuevos. La ciudad lo que tiene es bache, roturas. Entonces vamos a hacer un plan de bacheos. Porque la carpeta está. Con ondulaciones, roturas por conexiones a la red de gas y otros desperfectos, pero está”, dijo Hissa.

Clave para este plan de pavimento, que en tan solo unos segundos se devaluó en plan de bacheo, será la reparación de una planta de asfalto adquirida durante la gestión de Enrique Ponce y abandonada por la de Tamayo, con la compra de un repuesto que cuesta 30 millones de pesos.

Viendo que un plan de bacheo es el único anuncio que hasta ese momento le habíamos logrado sacar, le preguntamos a Hissa qué obra, ya sea de servicios o de embellecimiento de la ciudad, le gustaría encarar si tuviese un presupuesto ilimitado; pero ni aún en el terreno de lo potencial se animó a comprometerse con una obra en particular.

“Yo sueño con una ciudad que integre. Faltan obras que hagan a la ciudad integrada. Me parece que falta apuntar a eso. Por supuesto que además me gustaría fomentar mucho la economía circular. El trabajo con el medio ambiente también es interesante. Y creo también que tenemos que trabajar en una ciudad que de alguna manera optimice el metro cuadrado, respetando el pulmón verde. Creo que yo puedo prestar mejores servicios en una ciudad que esté densificada y no tan desplegada”, respondió Hissa, mencionando cuestiones reales, como la problemática de las ciudades que se expanden a lo ancho en vez de a lo alto, pero nuevamente esquivándole a mencionar una obra en concreto.

Volviendo al terreno de lo posible, Hissa mencionó el antiquísimo Código Urbanístico de la ciudad, pero no apuntó a sacar del Concejo Deliberante el proyecto que lleva dando vueltas desde 2016, sino a “algo más rápido, más dinámico”. “No puede el Código Urbanístico lentificar lo que estoy planteando, que es reordenar la obra privada, porque hemos detectado que el 50% es clandestina. Entonces vamos a hacer un plan para reordenar, que no significa desalentar el sector privado. Al contrario, es trabajar para reordenarlo y de esa manera que cumpla con las normas y eliminar la burocracia”, comentó.

“Para mis primeros dos años planteo una gestión de ordenamiento y sueño con una ciudad inteligente, con una ciudad conectada, con una ciudad accesible”, dijo Hissa, cerrando esta etapa de la entrevista de la misma manera en que la empezó, midiendo sus palabras y sin ningún tipo de promesa.

En una nota que publicaremos más tarde, abordaremos la delicada temática salarial, los viáticos que tanto ha cuestionado la oposición y la cantidad de despidos que han tenido lugar los últimos meses.