Celeste Domínguez, una paciente con leucemia linfocítica crónica, enfrenta una situación crítica debido a la falta de renovación del contrato de su médica especialista, la Dra. Florencia González, en el Centro Oncológico Provincial de San Luis. La decisión gubernamental de no renovar los contratos de las dos únicas hematólogas oncológicas en la región ha dejado a muchos pacientes sin la atención médica especializada que requieren.

“No me he quedado sin tratamiento oncológico, sino que me han dejado directamente sin mi médica especialista”, explicó Celeste, quien comenzó su tratamiento en enero de este año después de meses de lucha con su obra social para obtener la medicación necesaria. “Llegué a mi tratamiento lo más bien, y de un momento a otro me fui enterando de la situación que estaba viviendo mi médica, la doctora Florencia González”, añadió.

La Dra. González y otra médica eran las únicas especialistas en hematología oncológica en la parte pública, encargadas de atender a pacientes con leucemias, linfomas y mielomas múltiples. Sin embargo, la renovación de sus contratos, vencidos en enero, no se concretó, y ambas profesionales dejaron de recibir su salario. Tras meses de trabajar sin cobrar su salario, la Dra. González dejó de ir al Centro Oncológico.

A pesar de los esfuerzos de Celeste, quien presentó una nota al Ministerio de Salud el 8 de abril y habló con la secretaria de la ministra para destacar la importancia de la Dra. González, no hubo respuesta. “La misma secretaria de la ministra me dijo que la conocía, que tenía una valoración excelente, o sea, no hay ningún motivo por el cual deshacerse de ella, y sin embargo, no fui oída. Ya han pasado dos meses, no me escucharon, no me dieron respuesta nunca más, la médica se terminó yendo y yo estoy yendo a la parte privada con ella, pero el tratamiento no lo puedo seguir si no me lo autoriza. Si me lo autoriza es una situación irregular, porque no tiene contrato dentro del centro oncológico”, manifestó Celeste.

La otra médica hematóloga continúa atendiendo, a pesar de no tener contrato, pero claramente no da abasto. “Yo cuando fui el 7 de mayo, una semana después de haberme hecho la última sesión de tratamiento de ese momento, tuve que esperar media hora que la doctora se desocupara y para que la autorizara la secretaria a darme un turno, porque no daba abasto; y el turno le daba para el 17 de mayo, o sea 18 días después del tratamiento. El protocolo dice a la semana, tuve que ir a la parte privada, ver a mi médica y efectivamente estaba en riesgo, así que me tuvo que inyectar una medicación que se llama filgrastrim, que es lo que todo el tiempo me está levantando los glóbulos blancos”, relató Celeste, quien aseguró que no es la única paciente en esta situación.

“Somos muchísimos enfermos, muchísimos pacientes. Con leucemias, linfomas y mielomas múltiples. Hay muchos que no estamos en tratamiento, pero sí tienen que tener un seguimiento”, afirmó, refiriéndose a la la incertidumbre y el riesgo constantes para estos pacientes, quienes necesitan atención continua y especializada.

La promesa de resolución por parte de la administración del centro oncológico no se cumplió. “El 10 de mayo me llamó una directora del centro oncológico, la directora administrativa, para mentirme, para decirme que habían solucionado la situación, y que en el transcurso de la semana siguiente resolvían el contrato de mi médica. Fue mentira, al día de hoy, 20 días después, no la llamaron nunca más para proponerle ningún contrato. Lo que me dice mi médica es, ‘yo he aceptado las condiciones de ellos, ellos aceptaron las mías, estoy esperando el papel para firmarlo’”, denunció Celeste.

La única opción viable para Celeste y otros pacientes es la recontratación de la Dra. González. “No hay otros (médicos). Y aunque pongan a otros, no es lo ideal, porque yo no quiero caer en manos de otros médicos. Yo estuve más de un año con distintos especialistas en el 2022, peregrinando en un calvario de dolor, sin que nadie diera pie con bola, sin que nadie me pudiera diagnosticar y el diagnóstico me llegó retarde, más de un año después. Yo ya he pasado en la parte pública y en la parte privada, sé lo que es estar con médicos que no saben o que no quieren saber, o que no les interesa el paciente, y menos si el paciente es complicado. Cuando llegué a manos de una persona valiosa, que no solo sabe, se interesa por saber, por descubrir lo atípico de lo mío, y por la contención que te da, por la calidez humana, yo no quiero cambiar a otro, pero el Ministerio de Salud ni siquiera puso otro”, concluyó Celeste.

La versión del Gobierno
De acuerdo al secretario de Gobierno, Diego Masci, la hematóloga que continúa en el Centro Oncológico viene trabajando “con normalidad”. En cuanto a González, el funcionario señaló que “no acordó su honorario y dejó de prestar servicios a fin de abril”, ya que “su propuesta económica no fue aceptada por el director del Oncológico”. El secretario no informó que nadie haya sido nombrado en su reemplazo, lo que significa que la cantidad de hematólogos del centro se ha visto reducida a la mitad.