Una de las cifras que se desprenden de las cuentas de inversión son los polémicos servicios no personales de la Secretaría General de la Gobernación, más conocidos como “gastos reservados”. Estos gastos están cada año en el centro de la polémica cuando se tratan las cuentas de inversión en la Legislatura porque son gastos que no están sujetos a rendición, según establece una ley provincial, por lo que el gobernador los puede gastar en lo que quiera.
En 2023, estos gastos ascendieron a $784.577.445, a pesar de que solo se había presupuestado $350.000.000. Esto da una cuenta de $2.149.527 diarios que el exgobernador Alberto Rodríguez Saá no tuvo que rendir.
En cuanto al destino de estos fondos, a fines de septiembre de 2019, el excontador general de la Provincia, Daniel Marone, acudió a la Legislatura para contestar un pedido de informe vinculado a las cuentas de inversión 2018. La Gaceta Digital preguntó tras la reunión a Marone el motivo por el que la ley estipula que no se informan los gastos reservados. “Son gastos de seguridad, incluyen un montón de ítems que pueden incluir situaciones de seguridad y emergencia, la gente que se llega a la Secretaría General pidiendo por situaciones puntuales, el Gobernador tiene la facultad de satisfacer esas demandas a través de los gastos reservados”, respondió el exfuncionario.
Si bien el gobernador Claudio Poggi usó estos gastos reservados en su primera gobernación (2011-2015), para este periodo prometió que los va a eliminar.
La tendencia de la ampliación presupuestaria
Otra arista de los polémicos gastos reservados es que históricamente el monto ejecutado superó al presupuestado debido a las ampliaciones presupuestarias. La diferencia entre ambos montos se conoce prácticamente con un año de diferencia, cuando en la Legislatura se trata las cuentas de inversión, que es la rendición de cuentas del Gobierno que deben aprobar las cámaras de Diputados y Senadores.
Solamente en 2020, el año que se desató la pandemia de Covid 19, los gastos reservados ejecutados fueron menores a los presupuestados. En el presupuesto de ese año el monto fue de $79.800.000 y se gastaron $50.600.000. Fue un – 36,59%, pero fue la excepción a la regla.