El retoño del pino de San Lorenzo, el histórico árbol de 101 años ubicado en la plaza Independencia que fue derribado por el temporal que golpeó a la ciudad de San Luis el pasado 6 de enero, tendrá una nueva oportunidad de subsistir a través de técnicas de reproducción. Este ejemplar fue otorgado a la ciudad en 1923 en reconocimiento a su participación en la gesta sanmartiniana y era considerado por muchos como un símbolo de identidad cultural e histórica.

Virginia Soloa, directora de Prensa y Medios de la Municipalidad, explicó que, ante la caída del retoño, la Municipalidad buscó asesoramiento inmediato de expertos de la Universidad Nacional de San Luis, incluyendo a la licenciada Valeria Villalba y el magíster Martín Rodríguez Rivas, quienes concluyeron que el árbol no podía ser reimplantado debido al deterioro de sus raíces y el peligro que representaba. También se consultó al Ministerio de Turismo y a la Secretaría de Medio Ambiente para evaluar opciones adicionales. “No quisimos tomar una decisión pronta o arrebatada, sino que esperamos informes concluyentes para definir los pasos a seguir”, destacó Soloa.

La Dra. María Angélica Gómez, asesora de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, ratificó la imposibilidad de realizar una nueva implantación, “ya que es un árbol bastante longevo y representa un cierto peligro para la comunidad”. “Se han hecho esquejes, se han retirado porciones de planta de parte vegetativa para hacer la reproducción, para tener clones. Entonces, lo que se está evaluando ahora es hacer un esqueje del retoño y también una posibilidad de reproducción sexual mediante semillas”, explicó Gómez.

La Dra. en Biología explicó también que “es un proceso que requiere un tiempo, que va desde 4 a 6 meses para los esquejes y la germinación dependiendo del tiempo” y que “ahora no es tiempo para hacer germinación”.

En cuanto al futuro inmediato, Andrés García, subsecretario de Infraestructura, Planeamiento y Desarrollo Urbano de la Municipalidad, detalló que el municipio planea retirar las partes del árbol caído, dejando un trozo significativo en el lugar como referencia histórica. Además, se invitó a asociaciones culturales y artísticas a proponer proyectos para utilizar la madera en esculturas u otras obras conmemorativas.

Ayelén Olivera, secretaria de Vinculación y Cercanía con el Vecino, anunció que se implementará un sistema de código QR en la zona donde se exhiba el fragmento del retoño, “para que todos los vecinos y todos los turistas que se acercan a la ciudad de San Luis puedan conocer de dónde viene, cuál fue la importancia, quién lo entregó, cómo estuvo en su momento plantado, cómo fue creciendo el árbol y el lamentable episodio que pasó el 6 de enero y por qué se tomó la decisión de cortarlo y volver a plantar nada más que una parte, solamente para que quede una reseña histórica”.

“Además, invitamos a todas las asociaciones que quieran conservar y preservar (parte del árbol) para realizar alguna estatua, algún monumento o reseña también histórica referida a lo que tiene que ver con la ciudad y la historia que pertenece a la provincia a que se acerquen a la Municipalidad y, a través de una nota, soliciten una reunión. Así nosotros entregamos parte de ese árbol a esas asociaciones que quieran mantener esta historia en algún otro sitio de la ciudad”, concluyó la funcionaria.