
En una nueva y caótica sesión del Concejo Deliberante, el oficialismo volvió a utilizar su mayoría para bloquear las iniciativas de la oposición sobre los temas más calientes y, como suele ser habitual, lo hizo en total silencio.
El día comenzó con el tema que este martes, como si fuera una papa caliente, desde la Municipalidad le pasaron al Concejo Deliberante. Pero la iniciativa de tratamiento provino de la oposición, con un pedido de informe que Juan Martín Divizia, presidente del bloque del PJ, pidió que se trate sobre tablas. En el mismo, se solicita que se informe, entre otras cosas, si Didi y Uber han solicitado autorización para operar en la ciudad de San Luis, y bajo que marco operativo lo están haciendo actualmente.
En su pedido, Divizia recordó que en otras ocasiones han pedido legislar sobre estos temas, pero que desde el oficialismo siempre los han bloqueado. También destacó como desde la Municipalidad le tiraron el tema al Concejo. “Se sacan el lazo y dicen que estas potestades las tiene el Concejo Deliberante”, comentó.
De igual manera, y a pesar del pedido del Ejecutivo de legislar sobre la materia, claramente el oficialismo no tiene el más mínimo interés en que el proyecto aprobado sea este de la oposición, por lo que rechazó el tratamiento sobre tablas.
El siguiente proyecto que propuso la oposición tiene que ver con la eximición de tasas que anunció el intendente Gastón Hissa este martes, cuando dio a conocer que firmó un decreto que establece la nueva habilitación para comercios e industrias gratuita y por única vez. El opositor Andrés Russo criticó la medida como “electoralista” y propuso una ordenanza para hacer extensivo este beneficio a todos los sectores de la industria y el comercio.
Russo también sostuvo que el Municipio lleva adelante estas medidas debido al brutal tarifazo que aplicó el oficialismo el año pasado, de un 370%. “Advertimos que iban a terminar en épocas electorales regalando las tasas. Aumentamos brutamente las tasas y vienen unos meses antes de las elecciones a realizar eximiciones. Fuimos los primeros en decir que era inviable”, dijo el concejal opositor.
Volviendo a su proyecto, criticó que el decreto de Hissa no está publicado, pero aseguró que confeccionó su proyecto “respaldando la decisión del intendente”, para darle más “seriedad”. “Es beneficioso sí, es una medida electoral, sí. ¿Cómo deja de ser una medida electoral? Convirtiéndolo en una ordenanza”, dijo Russo.
A esto, Alejandro Cordido, en una de sus eternas alocuciones, remarcó que al otorgar este beneficio por decreto “está usurpando funciones de este cuerpo”, ya que es el Concejo el que fija la tarifaria de cada año.
Durante las alocuciones sobre todos estos temas, desde la oposición hicieron un gran hincapié en cómo ellos están trabajando en diferentes iniciativas, contrario a lo que dice el oficialismo, que siempre los acusa de no querer hacerlo. Claramente, esas acusaciones calaron fuerte en los peronistas, que remarcaron esto en múltiples alocuciones durante la sesión. También aseguraron que hay más de 150 expedientes con iniciativas de ellos cajoneadas en las distintas comisiones.
“Si quieren laburar de verdad, trabajemos este proyecto”, continuó Russo, remarcando el paupérrimo orden del día para este jueves, el cual solo tenía 3 asuntos y ninguno de ellos con despacho de comisión para tratar en el recinto. “La falta de respeto que hay es impresionante. Dicen que trabajan, nunca trabajaron. Estamos arreglando todo lo mal que hicieron”, les contestó la presidenta Laura Sánchez, quien hizo aún más caótica la sesión de hoy, interrumpiendo en múltiples ocasiones a los opositores cuando ellos tenían el uso de la palabra.
En este contexto, obviamente, desde la oposición le recriminaron por enésima vez que ella fue electa por la lista de Sergio Tamayo y que se “transfugueó” al nuevo oficialismo municipal inmediatamente. “Gracias a dios que no pertenezco a ustedes”, les gritó Sánchez.
Eventualmente, el proyecto de Russo se sometió a votación y, obviamente, fue rechazado por el oficialismo, sin que ninguno de sus concejales dijera algo al respecto.
Las discusiones continuaron por el lado del PANE, ya que llegó al Concejo una notificación de un oficio judicial por la investigación que la Justicia, tras denuncias de padres de niños intoxicados, está realizando. Aparentemente, este oficio solicita que se notifique si hubo pedidos de informe con respecto al PANE y, alegaron los ediles peronistas, desde Presidencia no les fue comunicado.
El caos explotó durante el tratamiento de incorporación al orden del día y giro a comisión del proyecto de prohibición de los trapitos. Esta iniciativa tomó estado legislativo hoy mismo, cuando parecía que terminaba la sesión y la presidenta del bloque oficialista, Lizbeth Huatay Otiniano, pidió la incorporación de un proyecto y su giro a comisión, sin explicar de qué se trataba, lo cual fue duramente criticado por la oposición. Ante esta situación, Huatay pidió disculpas y distribuyó copias del proyecto a la presidenta del Concejo y al bloque opositor, pero jamás dijo de qué se trataba.
Tras varios minutos de confusión, la oposición logró que la secretaria Legislativa del Concejo leyera el proyecto y obviamente explotaron las críticas por parte del Partido Justicialista, cuyos concejales aseguraron que lo que se busca es “criminalizar la pobreza” y otros argumentos similares que seguramente se repetirán cuando se trate en el recinto, ya que hoy lo que se logró fue su incorporación y el giro a las comisiones de Seguridad y Legislación e Interpretación.
En medio de todo esto, la concejal peronista Julieta Ponce dijo, con el micrófono apagado, que en el oficialismo “están desesperados por esto, pero no limpian las veredas”. La que no tenía el micrófono apagado era Huatay, que viene de papelón en papelón, y dijo: “andá a limpiarlas vos, déjate de romper las…”. Al darse cuenta que el micrófono estaba abierto, se río, y reiteró su moción de que se vote el ingreso del proyecto de ordenanza al orden del día.
Extrañamente, la concejala Agustina Gatto entendió que las palabras de Huatay fueron dirigidas hacia ella y que le había dicho “chupala”. De allí en más, fueron minutos de puro caos, con la oposición pidiendo que se reproduzca ese fragmento de la transmisión de la sesión y que se sancione a Huatay. Eventualmente, la presidenta del bloque oficialista pidió disculpas por su exabrupto. “Soy un ser humano y puedo cometer errores”, dijo Huatay, quien agregó que “si ella tiene el video pido disculpas por los dichos, por la falta de respeto”.
Más allá de eso, todo apunta a que, cuando este proyecto llegue al recinto para su tratamiento, será uno de los debates más calientes del Concejo.