Antonella Romagnoli, fiscal adjunta de la Fiscalía Especializada N° 2 de la Primera Circunscripción, informó que en los próximos días solicitarán la elevación a juicio de la causa que investiga el homicidio de la adolescente Zoe Pérez, ocurrido entre la noche del 19 de febrero y la mañana del 20 de 2024, y que tiene a Adrián Rodríguez y a Leandro Oses como imputados de abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte.


La funcionaria del Ministerio Público Fiscal dijo que este jueves recepcionaron los informes de una junta médica que se realizó a fines de marzo y que una vez analizados e incorporados al expediente van a solicitar la fecha de audiencia de control de la acusación, que es la instancia previa al debate oral.

En esa audiencia, la Fiscalía expone qué delito cree que se cometió, quiénes lo cometieron y con qué pruebas cuenta para sostenerlo. Junto con esa acusación, le pide al juez que la causa pase a la siguiente etapa para que un tribunal escuche el caso en un juicio público y decida si las personas acusadas son culpables o inocentes.

Los imputados continuarán en prisión

Mientras tanto, Oses y Rodríguez continuarán privados preventivamente de la libertad en el Servicio Penitenciario Provincial. Este jueves, la jueza de Garantía N° 4, Natalia Lazarte, hizo lugar a la prórroga de la prisión preventiva por 120 días más.

“Se trata de una causa compleja donde se prevé la declaración de más de cien testigos y donde se debe continuar cautelando la investigación ya que siguen latente los riesgos procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación, riesgos que se van incrementado toda vez que ya estamos próximos a encontrarnos en una etapa intermedia y posterior elevación a juicio”, explicó Romagnoli.

El abogado que representa a la familia de la adolescente, Esteban Bustos, adhirió al pedido de la Fiscalía y remarcó la actitud de los imputados esa mañana de febrero. “Siempre quisieron desviar la investigación; uno mintió en el trabajo, otro negó que Zoe estuviera con él. Además, Rodríguez no tiene arraigo en La Toma ni en la provincia y tiene facilidad para desplazarse por todo el territorio nacional si recupera la libertad”, dijo Bustos. A pocos metros se encontraba Nahuel Mora, hermano de Zoe, quien siguió atentamente el desarrollo de la audiencia realizada en la Sala de Oralidad N° 2 de los tribunales puntanos.

Las defensas de Oses y Rodríguez rechazaron la prórroga de la preventiva y solicitaron medidas más leves como la prisión domiciliaria y la colocación de tobilleras electrónicas. “No hay riesgo procesal, ya fue tomada la prueba y no entiendo como puede interferir mi defendido. La fiscalía habla de más de cien testigos, pero la mayoría son de oídas, no son testigos presenciales. Mi defendido tiene toda su familia en La Toma”, alegó Guillermo Levingston, abogado de Oses.

En la misma línea, Santiago Carballo, defensor de Rodríguez, dijo que la fiscal repitió argumentos y no demostró fehacientemente la existencia de los riesgos procesales: “todo es más de lo mismo. Por esto, rechazo la prórroga de la preventiva y entiendo que deben ordenarse medidas más morigeradas como la prisión domiciliaria como monitoreo electrónico y retención de los documentos personales de mi defendido”, sostuvo.

La jueza Otero, luego de escuchar a las partes, dijo que existen riesgos procesales en la causa y que es proporcional la medida solicitada por la fiscal. “También lo ha dicho nuestro Tribunal de Impugnaciones que a medida que avanza el proceso es necesario extremar los recaudos y las medidas, a efectos de cautelar debidamente el proceso y que se pueda llegar a un debate oral donde no se afecte todas las evidencias que se han colectado hasta el momento”, explicó y ordenó la continuidad de la prisión preventiva para los dos imputados.

Respecto al pedido de las defensas de colocar tobilleras electrónicas, la magistrada dijo que “es necesario pedir la factibilidad, que en su caso corre por cuenta de cada una de las partes”, en el organismo pertinente.

Los hechos investigados

La investigación por el homicidio de Zoe Pérez reconstruyó las últimas horas de vida de la adolescente de 17 años. Según la teoría del caso de la Fiscalía, la noche del 19 de febrero, la víctima se encontraba en el Club Pringles de La Toma con Rodríguez y Oses. Compartían mates y miraban un partido de vóley.

Pasadas las 22:40, se retiraron del club junto a una amiga, quien se ofreció a llevarlos hasta una plaza saludable del pueblo. Desde allí, Zoe, Rodríguez y Oses se dirigieron a la vivienda del primero, ubicada en la calle Inti Huasi, en el Barrio Barracas. Allí, en un departamento ubicado en el fondo del terreno, pasaron las siguientes horas.

De acuerdo con las pruebas reunidas por la Fiscalía, durante esa madrugada estuvieron tomando bebidas alcohólicas, jugaron a la Play y registraron la noche en fotos y videos con el celular de Oses. Todo parecía transcurrir con normalidad, hasta que cerca de las 3:40 de la madrugada, Rodríguez le dijo a Zoe: “A mí no me incentives el demonio porque está todo mal. Es un consejo, no me provoques porque el demonio sale”, se escucha decir en uno de los videos que forman parte del expediente.

Las imágenes muestran que los tres permanecían juntos en la cama de Rodríguez al menos hasta las 4:30. Entre las 5 y las 7 de la mañana, según la fiscalía, Zoe fue víctima de un ataque sexual por parte de ambos imputados. En medio del forcejeo logró zafarse, pero al intentar escapar fue alcanzada por ellos entre la heladera y la mesa del comedor. En ese lugar, los acusados continuaron el abuso y finalmente, la asfixiaron.

Romagnoli explicó en una de las audiencias que se realizaron que Zoe murió a causa de asfixia por compresión extrínseca. “Oses estaba ubicado sobre ella y con un elemento tipo cordón, la tomaba del cuello mientras que Rodríguez se encontraba delante de ella tratando de inmovilizarla por lo que la víctima terminó falleciendo en el lugar”.

En esa recreación de los hechos, la fiscal dijo que los imputados no fueron a trabajar y estuvieron en el lugar planeando sus coartadas. “A las 8:50, Oses salió del domicilio llevando una mochila y se dirigió a su casa, mientras que Rodríguez permaneció en la vivienda y trasladó el cuerpo a la cama de la habitación”.

Según surge de la investigación, alrededor de las 10 de la mañana llegó a ese domicilio Nahuel Mora, hermano de Zoe. Presuntamente Rodríguez le dijo que había estado ahí, pero que ya se había retirado. Misma respuesta obtuvo una amiga de la víctima. Una hora después, el profesor del gimnasio donde asistía Zoe recibió un mensaje de Rodríguez donde le pedía que fuera urgente para su casa.

“El profesor quien en ese momento se encontraba junto a su hijo de 10 años llegó a la vivienda y Rodríguez lo condujo hasta la habitación donde vio a Zoe e inmediatamente salió del lugar y dio aviso a la policía”, informó la fiscal.

Fuente: Prensa Poder Judicial