Este mediodía, el Concejo Deliberante aprobó un aumento del 9,77% en la tarifa de taxi, llevando la bajada de bandera a $730, y también autorizó al Ejecutivo municipal a comprar más colectivos para Transpuntano.
Sobre el tratamiento del aumento no hay mucho que decir. El oficialista Mauro Alesso leyó las nuevas tarifas, señaló que se basa en la ordenanza 1054/2023 que establece los aumentos trimestrales para el sector y aseguró que el fin de esta suba es “garantizar la rentabilidad y la competitividad del servicio desde que sería el primer aumento de este año en el que soy presidente de la comisión de Transporte”.
Por su parte, desde la oposición, Juan Martín Divizia señaló que “no se está mirando el problema de fondo que tiene este sector” y anunció que su bloque iba a abstenerse de votar el proyecto, razón por la cual el mismo se aprobó solo con el voto del oficialismo.
Con la aprobación de este proyecto, la bajada de bandera diurna se incrementa de $665 a $730, mientras que la nocturna pasa de $798 a $876. A su vez, la ficha cada 100 metros pasa de $66,50 a $73 durante el día y de $79,80 a $87,60 para la noche.
El otro proyecto de relevancia aprobado el día de hoy fue la autorización al Poder Ejecutivo municipal a comprar más colectivos para luego transferirlos a Transpuntano. Sobre este tema, desde la oposición principalmente destacaron que el proyecto original proponía autorizar a Transpuntano a realizar esta compra y que, por este motivo, “estaba jurídicamente mal redactado”.
“El proyecto enviado por Hissa era tramposo. Era tan tramposo que no quedó un párrafo de lo que escribió, porque estaba mal”, dijo el opositor Andrés Russo, quien recordó que Transpuntano es una Sapem (sociedad anónima de participación estatal mayoritaria), lo que le permite operar como una empresa privada y, por lo tanto, no necesita una autorización del Concejo para realizar esta compra.
“No había necesidad de autorizar una empresa para no meternos en el manejo de la empresa”, continuó Russo, quien señaló que, durante las intendencias de Enrique Ponce y Sergio Tamayo, Transpuntano adquirió unidades sin ningún tipo de autorización del Concejo.
Russo también se refirió a una reunión celebrada con legisladores y funcionarios de la Municipalidad donde “quedaron desde el Ejecutivo en aportar una resolución por la cual necesitábamos esa autorización y nunca lo hicieron”.
Por su parte, Alejandro Cordido recordó que durante la gestión de Tamayo, la empresa compró 20 unidades, pagando una mitad en efectivo y financiando la otra en 24 cuotas, 16 de las cuotas deberían haber sido pagadas durante la gestión de Hissa. “¿Por qué dejaron de pagar?”, dijo Cordido, quien destacó que la gestión de Tamayo pagó 27 de 48 cuotas de un leasing que hizo la empresa durante la gestión de Ponce para comprar colectivos.
Además, remarcó en varias oportunidades que “el Concejo deliberante no se puede meter adentro de la empresa Transpuntano” y que es una “empresa que se rige por el derecho privado”.
El resto de las palabras de los opositores fueron sobre declaraciones de tanto Hissa como de Laura Sánchez, reproducidas en medios oficialistas, que apuntaban a que este proyecto no salía porque la oposición no quería trabajar en este tema. “Este bloque siempre tuvo la disposición a trabajar”, remarcó Russo en varias ocasiones, destacando las modificaciones que introdujeron al proyecto.
En cuanto a los legisladores oficialistas, mudos como siempre. Lizbeth Huatay Otiniano destacó el consenso que se logró en el proyecto y tímidamente señaló que se pidió autorización porque “queda muy claro que el endeudamiento no puede superar o exceder su mandato”.
El proyecto fue finalmente aprobado por unanimidad.