A casi ocho meses del doble filicidio que conmocionó a la provincia, la justicia decidió extender la prisión preventiva de Marina Silva, la mujer policía acusada de asesinar a sus dos hijos en su vivienda de Juana Koslay. En paralelo, salió a la luz el contenido completo de una de las cartas manuscritas que la imputada dejó sobre la mesa del comedor antes de abandonar la escena.

Este lunes, el Juzgado de Garantía N° 4 resolvió prorrogar por 120 días la detención de Silva, quien está imputada por homicidio doblemente calificado por el vínculo y por alevosía, agravado por el uso de arma de fuego. La decisión fue tomada por la jueza Luciana Banó, tras una audiencia en la que participaron la fiscal Antonella Córdoba, el defensor oficial Carlos Salazar y el abogado querellante Diego Bustos, en representación de la familia de las víctimas.

La fiscal fundamentó su pedido en que aún restan incorporar pruebas clave, como una pericia psicológica y psiquiátrica solicitada por la defensa, cuyos resultados todavía no están disponibles. También remarcó que persisten los riesgos procesales que justificaron la prisión desde el inicio de la investigación. Aunque la defensa pidió una prórroga menor, la jueza dio lugar al plazo propuesto por la fiscalía.

Entre las últimas medidas de prueba que se concretaron está la pericia caligráfica sobre tres escritos que fueron hallados en el domicilio donde ocurrió el crimen. Dos de ellos eran advertencias para que no ingresaran a la vivienda. Uno estaba pegado en la puerta principal y decía “no entres, llamá a la Policía”. El otro, en la puerta trasera, iba dirigido a su hermana: “no entres Melina”.

El tercero, escrito en una hoja de cuaderno y dejado sobre la mesa del comedor, fue analizado en profundidad por una licenciada en Criminalística del Departamento de Investigación de Delitos Complejos. El informe, dado a conocer por el portal El Chorrillero, determinó que todos los textos fueron escritos por Marina Silva y que la carta principal fue redactada en tres momentos distintos.

El primer tramo del mensaje, el más extenso y claro, decía: “Perdón, ya no pude más. No es culpa de nadie. Pero necesito paz. Pa y ma los amo. Hermanos gracias por todo. Y Jonathan perdón también, te amo. Perdón por no poder seguir más. Marina Silva”.

Según la perito, este fragmento fue escrito con calma, sin retoques ni vacilaciones, lo que le da un carácter de cierre y autenticidad. En una segunda parte, con la caligrafía más comprimida, escribió: “No quiero mis hijos sean una carga para nadie. Los amo tanto Bauti y Sofía, que necesito estemos juntos”.

Si bien la nota de la mujer policía transmite que Silva habría tenido intención de quitarse la vida, la mujer claramente no lo hizo y fue encontrada deambulando en estado de shock en la zona del dique Cruz de Piedra.

Finalmente, en un espacio aún más reducido, sumó una tercera reflexión: “Ni Jonathan, ni mamá me hicieron embargar el sueldo. Yo sola me llené de deudas y no supe manejarlo. Quise no le falte nada a los niños. Perdón”.

La pericia estableció que la nota fue redactada mientras Silva estaba sentada, debido a la forma y ritmo de escritura. En cambio, los papeles pegados en las puertas habrían sido escritos de pie, posiblemente en momentos posteriores.

Marina Silva permanece detenida en el Servicio Penitenciario Provincial. El próximo 1° de junio se cumplirán ocho meses del crimen de sus hijos, Sofía de 7 años y Bautista de 2, quienes fueron asesinados mientras dormían. La investigación, conducida por la fiscal Córdoba, se acerca a su etapa final.