Este martes, el Senado provincial terminó de aprobar las cuentas de inversión 2024, correspondientes al primer año de la gestión de Claudio Poggi, en una sesión marcada por un oficialismo repitió los mismos puntos que en la Cámara de Diputados y una oposición desganada, que simplemente se limitó a pedir que Secretaría Legislativa lea el despacho de una página y media que habían elaborado sobre el tema.

Este despacho fue por mayoría, ya que en la comisión de Presupuesto y Hacienda la oposición tiene mayoría, lo que significa que lo que hoy se aprobó fue el de minoría. Entre los puntos principales del despacho de la oposición, se destacan discrepancias entre los comentarios de la Contaduría General y la documentación respaldatoria, una subejecución de partidas sensibles a pesar del supuesto superávit, y contradicciones con el informe del Tribunal de Cuentas, que indicó un saldo positivo al 31 de diciembre de 2023, mientras que el Ejecutivo había informado un déficit. Además, se cuestionó la falta de justificación del desdoblamiento en el pago de haberes cuando los recursos disponibles parecían suficientes.

Otros aspectos observados fueron la drástica caída del poder adquisitivo de los salarios provinciales, la falta de acciones legales por parte del Ejecutivo ante la retención de fondos nacionales, y la omisión de información clave como la existencia de títulos públicos, la clasificación del gasto por objeto y los balances de entes descentralizados. También se señaló el incumplimiento de metas presupuestarias exigidas por la Ley de Contabilidad y la escasa ejecución de políticas públicas, lo que contrastaría con el saldo positivo declarado.

Por el lado del oficialismo, Sergio Guardia y Martín Olivero expusieron sobre el tema. “Se aprobó la cuenta de inversión en donde hubo, después de muchísimos años, un superávit fiscal de 189.000 millones de pesos. Así que, por supuesto, entendiendo que la situación de la provincia, en un contexto nacional muy complejo, sigue siendo difícil, pero es un primer paso tener superávit. Es decir, no gastar más de lo que te ingresa. Esto es lo que es el superávit y el déficit. No gastar más de lo que te ingresa y administrar como un buen padre de familia, administrar los recursos de una casa”, dijo Olivero, en declaraciones a este medio tras la sesión.

Por su parte, Guardia destacó profundizó en el complejo escenario nacional, con “una caída estrepitosa del consumo, pérdida del poder adquisitivo, paralización de la obra pública nacional y retracción de las transferencias a las provincias”. También destacó que el Gobierno Nacional suspendió el incentivo docente, subsidios al transporte y fondos para conectividad, de los cuales “la provincia se hizo cargo”. “San Luis no fue la excepción, pero San Luis fue sin duda la diferencia, porque mientras muchas provincias recurrieron al endeudamiento, aquí se actuó con prudencia, creatividad y compromiso social”, subrayó el senador oficialista, quien luego defendió la postura oficialista con respecto a las cuentas de inversión 2023, señalando que la situación era “crítica”.

Como ya informó este medio, las posturas del oficialismo y de la oposición sobre las cuentas de inversión 2023 son radicalmente diferentes. El albertismo habla de un superávit 93.000 millones, mientras que para el poggismo hubo un déficit de 93.000 millones. La realidad es que Rodríguez Saá dejó $5.510 millones de libre disponibilidad, luego de liquidarse el fondo anticrisis y los bonos de deuda.

De este modo, con el oficialismo repitiendo el mismo discurso de hace un año y medio y una oposición totalmente desganada, se le dio aprobación definitiva a las cuentas de inversión 2024.

Después, fue el turno de darle media sanción al proyecto para derogar la Ley de Desfederalización parcial de la Competencia Penal en materia de Estupefacientes. Esta iniciativa, más conocida como “Ley de Narcomenudeo”, establecía que los casos “menores” de droga sean juzgados en la Justicia local en vez de la Federal, algo que, finalmente, nunca se cumplió.

Esta Ley fue suspendida por un año el 30 de julio de 2024. Como se aproximaba el vencimiento de la suspensión, el Gobernador decidió directamente avanzar en la derogación, “teniendo en cuenta los notables avances y la eficacia lograda en la lucha contra el narcotráfico en la provincia de San Luis, resultado del trabajo coordinado entre las fuerzas de seguridad provinciales y federales con asiento en la jurisdicción”, según informaron desde el Gobierno.

El tratamiento de este tema tampoco tuvo ningún tipo de debate, con el oficialismo repitiendo los mismos puntos que el año pasado cuando se trató la suspensión, tanto en Senadores como en Diputados. Lo más destacable fueron las palabras de Adolfo Castro Luna, quien en 2022 acompañó la ley que hoy derogó. “Creímos en ese momento que había una buena fe de implementar esta medida, con el compromiso de los funcionarios del momento de trabajar en coordinación con las fuerzas federales para evitar conflicto. Sin embargo, después notamos que esa medida fue generando básicamente conflictos como por ejemplo la sobresaturación del ya sobresaturado sistema judicial”, dijo Castro Luna.

Tras menos de 10 minutos de debate, este proyecto obtuvo media sanción por unanimidad.

Por otro lado, Olivero pidió una preferencia para tratar el martes que viene el proyecto que busca declarar la emergencia habitacional, para, entre otras medidas, destinar el 50% de los fondos de la obra pública a la construcción de viviendas. Este tipo de proyecto que convierte una política en ley es algo que Claudio Poggi aprendió directamente de Alberto Rodríguez Saá y que continúa aplicando.

Como ya explicó este medio, convertir una política o programa de Gobierno en ley no cambia absolutamente nada; y la historia reciente de San Luis así lo ha demostrado, con Alberto Rodríguez Saá abandonando completamente políticas de Poggi convertidas en ley y viceversa. Nada le impide a Poggi destinar, durante lo que le quede como gobernador, el 50% de los fondos de la obra pública a viviendas, pero él quiere que esto sea ley y seguramente así será, ya que el oficialismo tiene mayoría en ambas cámaras.