Un proyecto de ley presentado por el Gobierno ante la Legislatura apunta a combatir el robo de cables de cobre y metales no ferrosos en la vía pública, un delito que afecta servicios esenciales como electricidad y telecomunicaciones y que además implica riesgos mortales por quemaduras o electrocución.


La iniciativa surge ante el incremento del mercado negro de estos materiales, impulsado por su alto valor comercial. De aprobarse, regulará la actividad de personas y empresas que operen de manera comercial o industrial con metales no ferrosos, ya sea en forma permanente o eventual.

La autoridad de aplicación será la Dirección Provincial de Minería, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, encargada de la identificación y control en este mercado.

Entre los puntos principales del proyecto se destacan:

Registro y trazabilidad obligatorios
• Creación del Registro de Actividades Vinculadas a Metales No Ferrosos (Art. 6°), donde comerciantes, chatarrerías y fundiciones deberán inscribirse y documentar cada operación (origen, destino, datos de compradores y vendedores).
• Implementación de un sistema para rastrear el movimiento de metales y detectar transacciones ilícitas (Art. 7°).

Control e inspecciones
• La Dirección Provincial de Minería podrá clausurar locales, decomisar materiales, aplicar multas equivalentes a hasta 5.000 litros de nafta o inhabilitar negocios infractores (Art. 12°).
• En casos de delitos como el robo de cables, se dará intervención inmediata a la policía y al Ministerio Público Fiscal (Art. 11°).

Prohibiciones y medidas preventivas
• Se prohíbe la venta minorista de metales no ferrosos por parte de empresas de servicios públicos (Art. 8°).
• Las empresas podrán registrar sus cables e infraestructura en un catálogo oficial para facilitar la identificación de materiales robados (Art. 8° y 9°).

El proyecto busca proteger infraestructura crítica, evitar cortes de servicio por robos y desarticular redes delictivas que lucran con este tipo de delitos.