La Policía de San Luis detuvo a dos hombres acusados de estar vinculados al homicidio de Valentín Sosa, el trabajador escolar de 64 años que fue hallado muerto el 5 de agosto en su vivienda del barrio Malvinas Argentinas, en Juana Koslay.

Según informó la fuerza, uno de los detenidos sería el autor material del crimen y el otro está acusado de ser partícipe necesario. Ambos eran conocidos de la víctima. Uno fue aprehendido este jueves por la noche y el segundo, durante la mañana de este viernes, en el barrio República, donde personal de la División Homicidios y del COAR llevó adelante un procedimiento en la vivienda del implicado.

La principal hipótesis de la investigación es que los sospechosos sabían que Sosa tenía dinero en su casa y aprovecharon esa información para robarle.

El caso conmocionó a la comunidad educativa donde trabajaba la víctima, ya que Sosa se desempeñaba como ordenanza en la Escuela N° 264 Juan Martín de Pueyrredón. Vivía solo, no tenía hijos y hacía algunos meses había enviudado.

El cuerpo fue encontrado el 5 de agosto por la tarde por vecinos del barrio, en su domicilio ubicado en la manzana L, en una zona poco transitada y próxima a un descampado. La autopsia determinó que llevaba entre 24 y 30 horas sin vida y que había recibido tres golpes en la cabeza. Llamó la atención de los investigadores que la vivienda estaba intacta, sin señales de violencia ni desorden.

La investigación está a cargo del fiscal Ricardo Barbeito, junto con personal de la División Homicidios de la Policía provincial.

La imputación
Este viernes, en audiencia celebrada ante el Juzgado de Garantía N° 4, la Fiscalía de Instrucción N° 2, representada por el fiscal Ricardo Barbeito y la fiscal adjunta Ornella Costa, imputó a Kevin Ortiz y a Marcos Videla por el homicidio de Valentín Manuel Sosa, ocurrido el 4 de agosto en el barrio 274 Viviendas de la ciudad de Juana Koslay.

“Entendemos que se trata de un homicidio agravado por haber sido cometido para facilitar, consumar u ocultar otro delito, procurando la impunidad para sí y para un tercero. Esto encuadra en el artículo 80, inciso 7, del Código Penal”, dijo el fiscal.

Fiscalía solicitó la prisión preventiva por 120 para los imputados porque existen riesgos procesales “de fuga, atendiendo a la gravedad de la pena en expectativa, y riesgo de entorpecimiento, dado que aún resta tomar declaraciones a testigos claves del barrio que podrían ser influenciados”, sostuvo Barbeito.

Las defensas, representadas por el defensor oficial Carlos Salazar y la defensora oficial Stefanía Cifuentes, solicitaron la prórroga de detención de ocho días para los hombres de 23 y 36 años, pedidos que fueron concedidos por la jueza Luciana Banó.

Ambos imputados continuarán detenidos en sede policial y una vez cumplidos los días de la prórroga, o si la defensa solicita la interrupción, la magistrada reanudará la audiencia y resolverá la situación procesal de ambos imputados.

La teoría del caso de la Fiscalía
Según relató el representante del Ministerio Público, “ese día, alrededor de las 18:30, Ortiz ingresó en compañía de Marcos Gastón Videla a la vivienda de Sosa y lo golpeó tres veces en la cabeza con un elemento contundente, provocándole la muerte, con el objetivo de sustraerle dinero”. El fiscal explicó que Ortiz tenía conocimiento de que la víctima estaba ahorrando para escriturar su vivienda y que incluso vecinos y familiares le habían confiado sumas de dinero para guardar.

En su exposición, Barbeito detalló que Ortiz primero intentó convencer a otra persona de participar en el plan. “Le dijo que había que ir a la casa de un viejito del barrio, encañonarlo y sacarle una mochila llena de plata”, afirmó. Como el primer compañero rechazó la propuesta, Ortiz buscó a Videla, quien actuó, según la teoría del caso de la Fiscalía, de campana en el exterior de la vivienda mientras se cometía el hecho.

Asimismo, advirtió que todavía deben producirse numerosas evidencias, entre ellas el análisis de cámaras de seguridad públicas y privadas y nuevas entrevistas a personal policial que participó en la investigación.

El Ministerio Público sostiene la imputación en base a diversas entrevistas testimoniales. También se incorporaron declaraciones de familiares, allegados y de la persona a quien Ortiz inicialmente le ofreció participar.

A ello se suman el informe de necropsia elaborado por el cuerpo forense, actas de secuestro de prendas y objetos, el relevamiento realizado por el Departamento Canes, croquis y fotografías del lugar del crimen.

La palabra de Videla
Marcos Videla declaró ante la jueza y dijo que ese día acompañó a Ortiz a la casa porque le había dicho que tenía que ir a cobrar un dinero. “Estaba con unos amigos en el Barrio Eva Perón y Kevin me pidió que lo acompañara, que era un conocido y nada más. Yo no sabía lo que iba hacer, soy completamente inocente. Tampoco entré a la casa, solo lo esperé al frente, nunca pensé que iba hacer lo que hizo”, dijo el imputado.

También mencionó que, en el camino de vuelta, Ortiz quemó unos guantes de latex. “Volvió con un bolsito con dinero y nos fuimos corriendo. Le pregunté si se había mandado alguna y me dijo que no. No entré a la casa porque Kevin me dijo que el hombre es desconfiado y no dejaba entrar a desconocidos, por eso me quedé al frente, junto a un barranco que hay”.