El gobernador Claudio Poggi viajó para compartir un hecho histórico con seis familias de la localidad, quienes desde este martes comienzan a transitar una nueva etapa en sus vidas, marcada por la vivienda propia. Además, con este acto la gestión actual de Gobierno alcanzó las 105 casas entregadas.


Los flamantes adjudicatarios formaban parte de las 1.500 familias que, tras el fin del primer mandato de Poggi, aguardaban sus viviendas a partir de los fondos presupuestados para 2016. Ese dinero se utilizó por la administración entrante para otros fines y los inscriptos en los planes habitacionales vieron truncados sus sueños y proyecciones a partir del techo propio.

Con el regreso del actual Mandatario, esa deuda pendiente del Estado comenzó a saldarse. “Fueron muchos años de espera, con frustraciones y desesperanza. Era una angustia compartida y yo lo único que les podía decir era que si el pueblo de San Luis me daba la oportunidad de volver a gobernar, las primeras casas que íbamos a construir en cada rincón de la provincia eran las de ustedes. Hoy estamos cumpliendo”, enfatizó Poggi.

La casa N° 100 fue para Norma Muñoz, una madre soltera de seis hijos, dos de los cuales tienen una discapacidad. Su historia, al igual que muchos de los que enfrentaron la misma situación, está impregnada de resistencia y resiliencia ante la adversidad. Es una mujer de pocas palabras, pero se hace entender perfectamente: “Estoy feliz porque tengo mi casita. Sé lo que es alquilar de un lado a otro. Ahora pongo plata para algo que es mío”, sentenció.

Tras entregarle las llaves a cada uno de los adjudicatarios, el Gobernador ingresó uno por uno a cada hogar. Allí dialogó con las familias acerca de sus proyecciones, de los nuevos sueños que se forman a partir de haber accedido al techo propio. “Ahora miramos al futuro, la casa está. La Navidad del 2025 la pasan en su vivienda propia y digna”, celebró Poggi.

Entre las familias que recibieron las llaves, resaltó particularmente la emoción de los Frías Gatica. “Es una síntesis de todo lo que vivimos. Tantos años de espera, de perder las ilusiones, de ir viendo los progresos semana a semana cuando empezó la construcción. Hoy es el día que esperábamos, por eso la emoción está a flor de piel”, contó María, quien compartirá el hogar junto con su pareja Oscar y sus tres hijos.

La vecina definió a la casa como un sueño pendiente que por fin se cumplió. “En la vida uno va completando etapas, metas. Esta era una que me había quedado pendiente y lograrlo es una felicidad máxima”, subrayó.

Fuente: ANSL