Tras una tardanza de 3 horas en el arranque y un cuarto intermedio de 5 minutos que se extendió a 45 (claramente los jueces se fueron a almorzar), los alegatos finales y el veredicto en la causa contra Marina Silva, la mujer policía que mató a sus hijos, serán mañana miércoles. El tribunal tomó esta decisión luego de que la defensa, en base a los testimonios escuchados en la jornada de hoy, solicitó dos horas para preparar sus alegatos.

Estos testimonios fueron los del médico psiquiatra Juan Andrés y de Pía Florencia Papa, psicóloga clínica, jurídica y forense. Ambos profesionales son de Tucumán y fueron requeridos por la defensa de Silva, ejercida por la abogada Agustina Tobares, en base a un convenio que dicha provincia mantiene con los Ministerios Públicos de la Defensa de otros puntos del país, incluido San Luis.

El testimonio de estos profesionales debía ser al inicio de la audiencia, alrededor de las 9 horas, pero ambos se encontraban en una junta médica, por lo que finalmente se conectaron cerca de las 11.45. El primero en hablar fue el psiquiatra, quien señaló Silva “entendía lo que estaba haciendo”, pero que “su juicio estaba altamente condicionado por su cuadro de catatimia”. La catatimia consiste en una deformación de la realidad por influencia de la afectividad en estados emocionales intensos.

Andrés también remarcó que Silva “puede haber tenido una planificación”, pero fundamentada en una “irracionalidad”. Además destacó que, tras cometer el atroz hecho, la mujer no buscó ningún tipo de coartada.

También consideró, en base a las entrevistas mantenidas con Silva, que la mujer sufrió violencia física en sus relaciones amorosas y que experimentó una “asimetría económica”.

Por su parte, la psicóloga Papa hizo un repaso de la vida de Silva, señalando que desde chica tuvo que cuidar de sus hermanos menores e inclusive de su propia madre. Por ello, su padre se convirtió en una “figura de autoridad”, siendo él quien le sugiere que estudie para ser policía, a pesar de que “no tenía que ver con su propio deseo o intereses”.

Papa señaló también que, desde joven, “la economía fue un tema que la supera ampliamente”. Esto la llevó a contraer deudas millonarias e inclusive a vender contenido erótico para tratar de saldarlas.

Asimismo, la psicóloga comentó que Silva sufrió violencia de género de parte de los padres de sus hijos. Sobre Carlos de la Rocha dijo que era alcohólico, razón por la cual, al quedar embarazada de Sofía, se separó y pidió una orden de restricción. Sobre el padre de Bautista, Jonathan Funes, dijo que ejercía una “violencia sistemática”, razón por la cual el autoestima de Silva “se fue resquebrajando poco a poco” y comenzaron las ideas suicidas.

En los meses previos al hecho se produjo la muerte de su abuela (una figura muy importante para ella), se profundizó la deuda económica y además, sostuvo Papa, “venía sufriendo amenazas constantes” de Funes. Si bien la familia de Silva tenía un rol presente, “no fue suficiente la contención” y se produjo una “sobrecarga emocional” que da lugar a una “conducta suicida expandida, ampliada” y aparece una “lógica de no abandonar a sus hijos”.

Por el lado de la fiscalía, Virginia Palacios le preguntó a ambos profesionales si están matriculados para ejercer su profesión en San Luis y ambos respondieron que no. A su vez, el abogado querellante, Esteban Bustos, les preguntó si se habían entrevistado con alguien más aparte de Silva y la respuesta fue, nuevamente, un no.

Tras el cuarto intermedio para que el tribunal, compuesto por Adriana Lucero Alfonso, Ariel Parrillis y Eugenia Zabala Chacur; pudiera almorzar, la Fiscalía dijo que estaba lista para sus alegatos finales, pero la defensa pidió, en base a la importancia de los testimonios de Andrés y Papa, necesitaba al menos 2 horas para prepararlos. En base a eso, y teniendo en cuenta que llegar a un veredicto le demandaría horas al tribunal, la jueza Lucero Alfonso anunció que mañana miércoles serán los alegatos y el veredicto.

Esto claramente causó un gran enojo entre los familiares de Sofía y Bautista, quienes han viajado desde distintos puntos de la provincia, como Villa Mercedes y La Toma, para presenciar el juicio.

“Indignado con la justicia porque no se puede. Ya van dos veces, así que ya no se puede. Indignado. Vengo de Mercedes, estoy en silla de ruedas, ahora tengo que venir mañana. Es impresionante. La defensa es un desastre. Si ella ya es culpable, ella tiene que estar en la cárcel y listo”, opinó de la Rocha, quien consideró además que los peritos “han inventado todo”, al finalizar la jornada de hoy.