El Gobierno provincial firmó este miércoles el decreto de adjudicación para terminar la construcción del Centro de Deshabituación al Consumo Problemático y Adicciones en La Toma, una obra que busca asistir a personas con consumos problemáticos de toda la provincia. El edificio había quedado paralizado a fines de 2023 y ahora se espera que las obras finalicen en aproximadamente 350 días, proyectando su apertura para noviembre de 2026.
El proyecto original fue impulsado y financiado por el Gobierno nacional durante la presidencia de Alberto Fernández, con un presupuesto inicial de $239.094.874. Tras el cambio de administración provincial y la derrota del oficialismo nacional en las PASO de 2023, los trabajos quedaron paralizados por decisión de la actual administración nacional. El contrato fue rescindido de común acuerdo, y el proyecto quedó en suspenso hasta la nueva licitación provincial.
La obra incluye terminaciones, instalaciones, mobiliario, sistemas de calefacción y refrigeración individuales, paneles solares para agua caliente y cocina industrial. El nuevo presupuesto será de $1.300 millones. Desde el Gobierno provincial señalaron que, en paralelo a la finalización de la infraestructura, se avanzará en la organización de los equipos profesionales que trabajarán en el centro.
El complejo contará con 1.700 metros cuadrados cubiertos distribuidos en dos bloques principales. El primero albergará áreas de admisión, consultorios, comedor, cocina, despensa y un salón de usos múltiples. El segundo estará destinado a la internación, con 15 habitaciones, enfermería y sectores diferenciados para hombres y mujeres. Además, el predio incluirá un polideportivo cubierto de 700 metros cuadrados, vestuarios, consultorios médicos y un espacio para rehabilitación física y recreativa.
Darío Pantano, director provincial de Prevención y Asistencia en Adicciones, destacó que “es una obra soñada, muy ansiada, porque permitirá culminar la etapa de tratamiento de las adicciones. Hasta ahora solo contábamos con atención ambulatoria; con este centro podremos ofrecer internación controlada, cuando sea necesario, para acompañar a quienes no pueden sostener la abstinencia fuera de un entorno terapéutico”.
Pantano explicó que el centro contará con 15 habitaciones y capacidad inicial para 30 pacientes. “Será el primer establecimiento de internación para adicciones de la provincia, con un enfoque integral que combina contención psicológica, terapias ocupacionales y reinserción social”, señaló. Además, detalló que los pacientes podrán reconstruir hábitos cotidianos, participar en talleres, terapias, deportes y actividades comunitarias. “La idea es que aprendan nuevamente a vivir con autonomía, desde hacer su cama hasta preparar su comida”, agregó.
Sobre la duración del tratamiento, el funcionario precisó que será de entre tres y nueve meses, organizados en módulos progresivos, con el objetivo de facilitar la reinserción en el entorno familiar y social. Pantano también señaló que este centro será un modelo a nivel nacional, diseñado con los últimos avances en la atención de adicciones, y permitirá evitar el desarraigo de los pacientes que antes debían ser derivados a otras provincias.
El centro se sumará a la red provincial de atención a las adicciones, que actualmente cuenta con el Centro de Prevención y Asistencia a las Adicciones (CPAA) de la ciudad de San Luis y el próximo CPAA que se construirá en Villa Mercedes, junto al nuevo Hospital Dr. René Favaloro. Según Pantano, “es una gran noticia porque Villa Mercedes tiene una alta demanda y un centro actual muy pequeño. Con el nuevo CPAA, similar al de San Luis, se fortalecerá la red provincial y se brindará un abordaje más humano y cercano”.
La reactivación del proyecto en La Toma consolida una política sanitaria provincial orientada al abordaje integral de las adicciones, ampliando la infraestructura de salud mental y ofreciendo espacios de tratamiento modernos y adaptados a las necesidades de la comunidad.




