Este martes se realizó la audiencia de formulación de cargos contra Candela Belén Méndez, acusada de hurto simple por la Fiscalía de Instrucción N° 4, a raíz de la sustracción de 30 mil dólares de la vivienda donde trabajaba como empleada doméstica, en la localidad de Juana Koslay.
La fiscal adjunta Antonella Romagnoli detalló que Méndez comenzó a trabajar en febrero de este año en la casa de la víctima, realizando tareas de limpieza dos veces por semana. Según la imputación, el 16 de abril, alrededor de las 7:30, habría ingresado al domicilio de la calle Pancha Hernández al 5000 y aprovechado la ausencia de los propietarios para sustraer el dinero, que se encontraba guardado en una caja de zapatos dentro del dormitorio principal.
Ese mismo día, cerca de las 14:20, la dueña de casa regresó y encontró el portón y las puertas abiertas. Al revisar su habitación, advirtió que el placard estaba revuelto y constató la falta del dinero. Luego se comunicó con Méndez por WhatsApp, pero la mujer respondió evasivamente y dejó de contestar, sin volver a presentarse a trabajar.
Entre las pruebas reunidas, la fiscal mencionó registros de cámaras de seguridad públicas, donde se observa a una persona en una motocicleta gris, con casco y campera oscuros, elementos similares a los utilizados por la imputada. También se incorporaron informes crediticios, allanamientos y peritajes de teléfonos celulares.
Romagnoli destacó que Méndez registraba un fuerte deterioro financiero desde 2024, con deudas crecientes y operaciones recientes que no se condicen con su nivel de ingresos. Durante un allanamiento realizado el 16 de mayo en su domicilio se secuestraron tres celulares, dos iPhone 16 Pro Max nuevos y facturas de compra de una motocicleta por casi tres millones de pesos.
Las pericias revelaron conversaciones y fotos vinculadas con la compra de vehículos, operaciones en dólares y ofrecimientos de préstamos con altos intereses. Según la fiscal, en abril hubo mensajes en los que se la felicitaba por la adquisición de un auto y diálogos sobre préstamos en dólares junto a su pareja, José Óscar Villegas. También se detectó que los chats entre ambos —más de 1500 mensajes— fueron eliminados y que Méndez realizaba búsquedas diarias sobre la cotización del dólar.
Con estos elementos, el Ministerio Público Fiscal imputó a la acusada como autora del delito de hurto simple, de acuerdo con los artículos 45 y 162 del Código Penal. Romagnoli solicitó medidas de coerción para asegurar el proceso: firma mensual del libro en Fiscalía, prohibición de salir de la provincia por 120 días, caución real de 50 mil pesos e inhibición general de bienes.
La parte damnificada, representada por Guillermo y Belén Levingston, adhirió a la acusación y pidió el secuestro de un automóvil y una motocicleta, además de una restricción de acercamiento a favor de la víctima.
Méndez se abstuvo de declarar, y su abogado Roberto Domínguez informó que los vehículos mencionados ya no están en su poder.
Tras escuchar a las partes, la jueza Luciana Banó hizo lugar a los pedidos de la fiscalía y la querella, disponiendo la firma mensual en Fiscalía, la prohibición de salir de la provincia, la inhibición de bienes y la restricción de acercamiento por 120 días.




