
El conflicto que estalló en la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia por la eliminación del material sobre el índice de abuelidad sumó este miércoles un pronunciamiento nacional de enorme peso: Estela de Carlotto, Dora Barrancos y Víctor Penchaszadeh enviaron una carta pública al rector de la Universidad Nacional de San Luis, Raúl Andrés Gil, en la que expresan “alarma” por la censura ejercida por el profesor Darío Ramírez y solicitan que la UNSL aplique “medidas disciplinarias ejemplares”, respetando el debido proceso.
Los firmantes no son figuras menores en materia de Derechos Humanos. Carlotto es presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y referente internacional en la lucha por la restitución de identidad. Barrancos es socióloga, historiadora, investigadora del CONICET y una de las voces académicas más influyentes del país en derechos humanos. Penchaszadeh es uno de los científicos que contribuyó al desarrollo del método del índice de abuelidad —la herramienta genética que permitió la identificación de nietos apropiados durante la dictadura— y forma parte del Consejo Consultivo del Banco Nacional de Datos Genéticos.
Los tres recibieron en distintas ediciones el Premio Mauricio López, la distinción más importante que entrega la UNSL en materia de Derechos Humanos, lo que vuelve aún más significativo que se pronuncien en este conflicto, y que lo hagan invocando el legado del primer rector desaparecido por el terrorismo de Estado.
En su carta, afirman que la censura ejercida por Ramírez contra el docente Leonardo Seguín constituye un “abuso de autoridad” y una “inusitada censura ideológica”. Señalan que impedir la enseñanza del índice de abuelidad, bajo el argumento de que se trata de “adoctrinamiento”, no solo demuestra ignorancia sino un sesgo incompatible con el ejercicio de la docencia universitaria. También remarcan que esa herramienta científica permitió que 140 personas recuperaran su identidad y que su desarrollo es reconocido internacionalmente.
Los firmantes sostienen que la conducta del profesor Ramírez “viola principios éticos y científicos” y recuerdan que Mauricio López, primer rector de la UNSL, no habría dejado pasar un hecho de estas características. Por eso, piden a las autoridades universitarias sancionar la censura ideológica “por resultar incompatible con los valores de la UNSL”.
A continuación, la carta completa:
Carta pública de Estela de Carlotto, Dora Barrancos y Víctor Penchaszadeh
Buenos Aires, 26 de noviembre de 2025
Señor Rector de la Universidad Nacional de San Luis
Dr. Raúl Andrés Gil
Estimado Rector:
Los abajo firmantes, Estela de Carlotto, Dora Barrancos y Víctor Penchaszadeh hemos tenido el honor de recibir el Premio Mauricio López otorgado por la UNSL. El profundo honor que sentimos por haber recibido este premio radica en que Mauricio López no sólo fue el primer Rector de la UNSL, sino un humanista profundo que ideó una universidad integrada en la sociedad, con un cuerpo docente calificado y comprometido con los valores fundamentales de la democracia. Sostuvo la bandera los derechos humanos, lo que le costó la vida al ser desaparecido por el Terrorismo de Estado que asoló el país entre 1976 y1983.
Nos ha sorprendido la inusitada censura ideológica que el profesor Darío Ramírez ha cometido en la UNSL contra el docente Leonardo Seguín, que en claro abuso de autoridad pretendió impedirle que enseñara a los estudiantes el método científico de investigación genética de relaciones de parentesco, conocido popularmente como el “índice de abuelidad”. Es absolutamente conocido que este índice ha permitido que 140 personas recuperaran la identidad que les había sido robada en su infancia, cuando sus madres fueran asesinadas en centros de exterminio de la dictadura.
Esta hazaña científica, pionera de la genética forense argentina, realizada por el Banco Nacional de Datos Genéticos creado por ley del Congreso Nacional en 1987, ha merecido numerosos reconocimientos internacionales pues por vez primera la ciencia genética pudo aplicar ese índice para la recuperación de la identidad de las víctimas de las violaciones a un derecho humano fundamental como la identidad, tal como promulga la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos del niño.
Pretender, como alega el docente Darío Ramírez, que enseñar esa hazaña científica es un “adoctrinamiento” a los estudiantes, revela no sólo ignorancia sino también un sesgo ideológico incompatible con los valores que implica el ejercicio de la docencia. Ambas circunstancias son inaceptables en un profesor de una universidad democrática.
Pensamos que nadie en la comunidad de la UNSL alberga dudas acerca de cuál habría sido la respuesta y el accionar de nuestro primer Rector frente a una conducta tan aberrante. El legado de Mauricio López debe pasar a las conducciones de esa querida Casa, sin solución de continuidad, a fin de preservar la identidad y la historia de la UNSL. Actuar conforme a esos principios honra su enseñanza y decidir en sentido contrario implica situarse al margen de la tradición ética y humanista de la Universidad.
Es por ello, estimado Rector, que le escribimos alarmados por la flagrante violación de principios éticos y científicos por parte del profesor Darío Ramírez, esperando que las autoridades universitarias apliquen medidas disciplinarias ejemplares respetando, sin lugar a duda, el debido proceso.
Quienes firmamos la presente, expresamos nuestro deseo de que las autoridades de la UNSL continúen con el legado democrático del que se precia toda universidad pública, que mantengan fidelidad a los principios de autonomía, libertad y de defensa de los derechos humanos y sancionen la censura ideológica por resultar incompatible con los valores de la UNSL.
En particular, queremos manifestarle nuestro pleno apoyo, señor Rector y nuestra confianza en que mantendrá vivos los ideales de Mauricio López y de la Universidad pública argentina.
Le enviamos un afectuoso saludo y quedamos a su disposición para lo que considere conveniente.
Estela de Carlotto
Presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo
Dora Barrancos
Socióloga e historiadora.
Profesora Consulta de la Universidad de Buenos Aires.
Investigadora Principal del CONICET
Víctor Penchaszadeh
Director del Posgrado de Genética, Derechos Humanos y Sociedad, Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Miembro del Consejo Consultivo del Banco Nacional de Datos Genéticos




