La Oficina del Colegios de Jueces de la ciudad de San Luis fijó para el 29 y 30 de abril de 2026 el juicio contra un hombre de 35 años acusado de abusar sexualmente de su hija y a una adolescente de 12 años. De acuerdo con la denuncia, los ultrajes a su hija comenzaron en 2014, cuando la niña tenía seis años y se prolongaron hasta el 2023. La segunda víctima es sobrina de una ex pareja del imputado. La Fiscalía pidió una pena de 30 años de prisión para el imputado.

Este martes, la fiscal de Género N° 1, María Delia Bringas, solicitó la prórroga de la prisión preventiva, pedido a la que hizo lugar el tribunal de juicio. La funcionaria del Ministerio Público sostuvo que la medida era necesaria para evitar riesgos procesales, dado la gravedad de los hechos investigados, la pena provisoria solicitada y el contexto intrafamiliar en el que habrían ocurrido los delitos, que involucran a víctimas menores de edad y a testigos que forman parte del entorno familiar del imputado. El Defensor adjunto de Niñez, Nahuel Lede, adhirió al pedido.

La calificación legal

Por un lado, se lo acusa de abuso sexual simple (es decir, tocamientos u otros actos de índole sexual sin acceso carnal), agravado porque existía un vínculo familiar y una relación de convivencia con la víctima. Además, se le imputan dos hechos de abuso sexual con acceso carnal: uno de ellos agravado tanto por el vínculo como por la convivencia, y el otro agravado por el vínculo.

Por otra parte, respecto de la segunda adolescente, se lo acusa de abuso sexual simple agravado por la convivencia, y también de un hecho de abuso sexual simple sin agravantes.

Todos estos delitos se le atribuyen en concurso real, lo que significa que los distintos hechos se consideran de manera independiente y no se unifican en una sola conducta.

Conforme la calificación legal propuesta y la escala penal prevista en el Código Penal, la que, de acuerdo al artículo 55 es de 8 a 50 años, la Fiscalía provisoriamente solicita la aplicación de una pena de treinta años de prisión.

“Los abusos ocurrieron en reiteradas oportunidades, conforme recuerda la menor, cuando veía a su padre, ya que, con la progenitora de la niña, se encontraban separados desde que la víctima tenía 7 años. El imputado amenazaba a su hija diciéndole que, si contaba lo sucedido, se quitaría la vida o le haría algo a la progenitora de la niña. En marzo de 2023, pude relatar los hechos a su mama, y a mediados de ese mismo año, puede denunciar a su padre”, narró Bringas.

La segunda víctima sería una adolescente de 12 años y los abusos ocurrieron presuntamente entre el 2022 y el 2023. “El imputado vivía con una ex pareja en una propiedad dividida en tres partes, donde vivían también sus hermanas. En el 2022, la menor manifiesta que cuando se quedaba a dormir en lo de su tía, el imputado la manoseaba. En mayo de 2023 a la madrugada, el imputado, quien vive en un departamento contiguo a la casa de la menor, ingresó a donde estaba la niña y comenzó a tocarla, siendo esta la última vez ya que la menor se lo contó a su madre, quien interpuso la denuncia”, dijo la fiscal.

Fuente: ANSL