Padres y alumnos tomaron escuela para lograr soluciones a sus reclamos. Desde el Gobierno se prometió la solución. Mire las fotos de algunas de las falencias de la escuela.
En el primer año del centro educativo Nº 5, Alfredo Bertín, los alumnos concurren a tomar clases hacinados en el aula. La situación provocó que ayer, al término del turno mañana, un grupo de padres y alumnos tomó la escuela para lograr una solución y reclamar otras falencias. A última hora de la tarde, la medida se levantó ante la favorable respuesta que surgió desde el Ministerio de Educación por los reclamos planteados.
Según los padres, al primer año concurren 68 alumnos en un aula con capacidad para 24. En cambio, Sosa sostiene que son 51 chicos. Tomando la cifra que dieron los padres o el ministro, cierto es que son grandes.
“Hace cuatro años que estamos pidiendo un desdoblamiento del aula de primer año. Siempre diciéndonos que de acá a 20 días nos dan una respuesta y no se concretaba”, expresó Sandra, madre de una alumna que concurre a primer año. La mamá contó que el hacinamiento en el aula provoca que los jóvenes tengan dificultades en el aprendizaje, lo que se plasma en un bajo rendimiento académico.
El ministro de Educación, Marcelo Sosa, dijo que envió un equipo de su cartera al establecimiento en la mañana de ayer. La solución se implementaría la semana que viene y consiste en dividir el numeroso curso en dos partes. La explicación que dio Sosa para la gran cantidad de alumnos en un solo curso fue la migración hacia El Trapiche. “No hubo mayor inscritos de lo que hubo habitualmente se tiene”, manifestó el funcionario.
El hacinamiento en el aula también provoca que las pruebas deban ser tomadas en un salón más grande para evitar que los alumnos se copien. Por ejemplo, otra dificultad de la gran cantidad de alumnos en un solo curso, es que si un chico desea ir al baño mientras se dicta una clase, debe pedir a varios compañeros que corran los bancos para que se pueda abrir paso hasta la puerta del aula. Por otra parte, para el docente se complica el dictado de clases y mantener el control de los chicos ante la gran cantidad alumnos.
La toma comenzó en el turno tarde, al cual asistieron pocos alumnos, ya que entre ellos había circulado el rumor de la medida de fuerza, por lo que la gran mayoría no asistió a la escuela.
El grupo de padres que estaba en la escuela también reclamó por el arreglo de los calefactores y vidrios rotos en el establecimiento. Otra cuestión de la que se exige solución son los baños, donde hay algunos que se inundan y el de jardín tiene un solo inodoro.
Como no se permitió el ingreso de quien escribe a la escuela, una de las madres de los chicos tomó las siguientes fotos.