Los operativos se realizaron durante el viernes y el sábado.
En los últimos días, el Cuerpo Único de Inspectores (CUIM) del municipio capitalino realizó clausuras en el local de Bonafide de la peatonal y en el boliche Malú que iba a inaugurarse el sábado por la noche. En el caso del boliche es la tercera vez que fue clausurado desde días antes de fin del año pasado.
El pasado viernes, los inspectores del CUIM detectaron el Bonafide varias irregularidades como la falta de habilitación, falta de libreta sanitaria de empelados, y se incautó mercadería por falta de higiene y rotulación.
La falta de higiene en la cocina y heladeras se debe al movimiento de materiales de construcción por la obra de un patio cervecero en el fondo de la propiedad que no está habilitado, según explicó el jefe del CUIM, Diego Nicola. A pesar de no estar habilitado, tal patio cervecero llamado “Al Fondo” ayer estaba en funcionamiento.
Tras la clausura de Bonafide fueron arrancadas las fajas de clausura, pero en la mañana de ayer el local permaneció cerrado. Por la tarde la puerta del local tenía pegado en cartel con la leyenda “cerrado por refacciones”.
La clausura de Malú
Como informó La Gaceta días atrás, el boliche Malú (España y Justo Daract) fue clausurado en dos ocasiones por los inspectores municipales por orden del Juzgado de Faltas. La primera clausura se hizo el 28 de diciembre y la segunda la semana pasada. Las fajas fueron retiradas y desde la página de Facebook de Los Playeros se promocionaba la apertura del local para el sábado pasado.
Cuando todo parecía indicar que la apertura se realizaría, el CUIM clausuró por tercera vez Malú impidiendo su inauguración. El operativo del CUIM duró de 23 horas del sábado a las 5 del domingo.
“Duró muchas horas porque ellos no quisieron cerrar, abrieron y nosotros no los dejamos abrir porque está clausurado el local. Fue todo tranquilo, epro tuvimos ue estar ahí para que la gente no ingrese”, comentó Nicola.