La Cámara de Apelaciones en lo Penal, Correccional y Contravencional N° 2 condenó a Carina Di Marco (33) a la pena de 18 años por considerarla partícipe necesaria y el vínculo por el crimen de su hija Florencia (12), quien fue abusada sexualmente y asesinada por su padrastro Lucas Gómez (32) en marzo de 2017.

La acusación completa por la que fue condenada Di Marco es “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo por ser guardador y por el aprovechamiento de convivencia preexistente en calidad de partícipe necesaria” en perjuicio de su hija.

La defensa de la condenada a cargo de la abogada Karina Mantelli solicitó la absolución. Por su parte, el fiscal Fernando Rodríguez pidió la pena de 18 años y medio de prisión.

Estaba pautado que el veredicto se diera a conocer a las 13,30, pero se terminó retrasando para después de las 14.30 horas.

La Cámara ordenó enviar una copia del expediente judicial a Mendoza para que el juez penal competente, investigue a la directora de la escuela Florentino Ameghino de Palmira, Sonia Mónica Poblete Baigorria y a la maestra María Teresa García Cobos por la posible comisión del delito de acción pública. En el juicio cambiaron su declaración, negando haber tenido conocimiento de los abusos que sufrió Florencia. Ante la fiscalía mendocina, inmediatamente ocurrido el hecho, declararon saber de los abusos.

El crimen de Florencia

El miércoles 22 de marzo de 2017, Gómez denunció en la Comisaría del Menor que Florencia desapareció. El asesino y violador manifestó que dejó a Florencia en la escuela esa mañana.

Horas después, por la tarde, una persona encontró la mochila de la niña en un descampado pegado al supermercado Aiello del barrio El Lince. La persona que encontró la mochila dijo que le llamó la atención la mochila y que encontró un número telefónico dentro de un cuaderno y llamó. Habló con Carina, quien estaba internada en la maternidad Teresita Baigorria, tras dar a luz.

Debido al hallazgo se amplió el radio de búsqueda y se afectaron más de 250 efectivos policiales a los rastrillajes.

El 24 de marzo por la madrugada, la Policía confirmó el hallazgo del cuerpo de Florencia. El médico forense Ricardo Torres confirmó además que la fue “violada anal y vaginalmente” y luego estrangulada.

El cuerpo se encontró debajo de un puente, boca abajo y a unos 5 metros aproximadamente de profundidad con respecto al nivel de la Ruta Provincial 41 (que une El Saladillo con parajes como Los Membrillos, Inti Huasi entre otros). El puente se ubica a unos 200 metros al norte del cruce de la Ruta 41 con la avenida de acceso este al Saladillo.

Gómez fue detenido el mismo día del hallazgo del cuerpo a las 14 horas y se abstuvo de declarar.

Carina Di Marco escribió en su cuenta de Facebook el día anterior a la detención de Gómez: “Por Dios dejen de ensuciar a mi marido …y entiendan nuestro dolor por favor ..la están buscando desesperadamente a mi hija ..yo con un dolor en mi alma no sé nada de ella”.

El 10 de mayo, Gómez se quitó la vida en una de las celdas de aislamiento del complejo penitenciario Pampa de las Salinas. Usó un pedazo de cable utilizado para la conexión telefónica color azul que pasaba por el pabellón y también el cordón de un pantalón jogging y se colgó de un barrote de una ventana de forma vertical de la celda ubicada aproximadamente a 2 metros.

Gómez estaba aislado en un pabellón de máxima seguridad para evitar agresiones de otros internos porque estaba amenazado. El asesino dejó una carta en la que afirmaba su inocencia.

“Manifiesta que él no había matado a Florencia, que se había suicidado en la habitación, y él entró en un estado de desesperación porque pensó que le iban a echar la culpa. Entonces, empezó a drogarse, a tomar y tomó la determinación de arrojarla donde fue encontrada. Que fue una mala decisión, pero que él no la había matado”, contó por aquellos días el juez de Instrucción Nº1, Eduardo Sebastián Cadelago Filippi.

Las pruebas de ADN que se dieron a conocer en junio de 2017, demostraron que Gómez efectivamente violó a Florencia. El patrón genético de Gómez coincidió en un 99,9% con el semen que se encontró en el cuerpo sin vida de Florencia.

Una de las pruebas que incluyó para determinar la prisión preventiva fue un video que aportó el Ente de Control de Rutas. El auto Renault Megane negro de Gómez quedó registrado en las cámaras. Según la información a las 4.59 del miércoles 22 de marzo, el auto de Gómez pasó por el peaje y de vuelta lo hizo a las 6 horas aproximadamente. Prensa de Obras Públicas afirmó que la hora es “coincidente con la defunción de Florencia determinada por el perito forense”.

Respecto a Carina Di Marzo, la juez Virginia Palacios le dictó la prisión preventiva el 6 de abril. Luego de cuatro días de la detención de Gómez, a fines de marzo.

“Se ha logrado demostrar que Carina Di Marco tenía efectivo conocimiento de los abusos de los que era víctima su hija. La prueba se desprende de las declaraciones testimoniales que logró recabar el personal policial en Mendoza, primordialmente de las dos maestras, son aproximadamente siete u ocho del personal del establecimiento. Se conocía y se sabía abiertamente que Florencia era abusada, se conocía abiertamente que las maestras convocaron a una reunión a la madre y que la madre había dicho que Florencia mentía y era mentirosa”, expresó Palacios a los medios el día que dictó la preventiva.

La jueza consideró que Di Marco se abstuvo de “extraer” a Florencia de los abusos y “permaneció inerte, indiferente y prefirió dejarla a los designios de quien estaba socavando si integridad física, psíquica, sexual de su hija”.

El testimonio de la madre de Lucas Gómez ante el fuero de familia reveló que Carina trataba a Florencia de prostituta y que la niña tenía “conductas extrañas de índole sexual”, según comentó Palacios.

Por su parte, Di Marco manifestó en una entrevista que Lucas Gómez mató a Florencia, luego de violarla, para vengarse de ella. “Para mi fue para vengarse de mi porque no quería que yo me quedara embarazada de la bebé. Y tenía mucho odio a mí, siempre me odiaba. Siempre me trataba tan mal, me rompía las cosas, todo a mi”, dijo Carina.

“Ella me hubiera dicho algo. Si me hubiera dado cuenta yo, hubiera reaccionado y la hubiera salvado”, agregó, asegurando que ella es inocente y que no tuvo “nada que ver”. “Tengo la conciencia tranquila y sé que Florencia me está dando toda la fuerza desde el cielo para que siga adelante”, concluyó la mujer.

En la declaración en el juicio en su contra, Di Marco manifestó negó nuevamente tener conocimiento de los abusos que padeció Florencia y que de haberlo sabido la niña no estaría muerta. “Nadie me comentó nada ni noté ningún comportamiento extraño de parte de ella. Flor nunca me dijo nada que me preocupara. Una madre no hace eso. Como miente la gente, que Dios los perdone”, expresó la condenada madre.