El Consejo Federal de Educación aprobó de manera unánime el protocolo para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria, que fija las pautas y recomendaciones que permitirán a cada provincia y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires elaborar planes progresivos que garanticen, según la situación de cada jurisdicción, el retorno a la escuela.

El ministro de Educación, Andrés Dermechkoff, participó del encuentro vía teleconferencia con todos sus pares, y afirmó: “Ya se venía trabajando hace un tiempo, con idas y vueltas, respecto al protocolo de la vuelta a clases, una serie de pautas mínimas para ese retorno”.

Finalmente, expresó: “En una nueva Asamblea del Consejo Federal de Educación se votó por unanimidad la aprobación de este protocolo. De todas formas cada jurisdicción determinará la fecha específica para la vuelta a las aulas y cómo se implementará”.

En cuanto al protocolo, puede leer el mismo, en su totalidad, haciendo click en este enlace.

A modo de resumen, se puede decir que una escuela antes de abrir sus puertas deberá tener a su personal docente y no docente capacitado en medidas sanitarias y de higiene en función de la pandemia de coronavirus, mientras que las familias también deberán estar preparadas en ese sentido.

A su vez, la escuela que no tenga los insumos necesarios de higiene, acceso al agua potable, desagües cloacales, jabón, toallas descartables y cestos de basura no podrá recibir a los alumnos cuando se decida volver a las clases presenciales.

Respecto a los alumnos, se los dividirá por grupos con un máximo de ocho en función del espacio físico de cada aula, para que haya un metro y medio de distancia mínima entre uno y otro, a la vez que todos deberán ir con barbijos, al igual que las docentes.

La distribución que propone el Ministerio de Educación es el “modelo burbuja” con ocho alumnos agrupados a los lados del aula y el docente en el centro, o con los alumnos sentados en zig zag hacia los costados y el maestro en uno de los extremos.

Además, una vez abiertas, las escuelas deberán establecer su propio protocolo de ingreso y egreso de alumnos, el cual deberá ser escalonado. Habrá recreos, pero el tiempo y la frecuencia de los mismos, deberá ser determinado por cada director con el fin garantizar el distanciamiento social.

El distanciamiento será de dos metros entre alumnos con los estudiantes sentados y de 1,5 metros para los alumnos de nivel primario, al tiempo que deberá estar coordinado el transporte escolar para evitar aglomeraciones en la entrada.