Hoy salió a la luz una carta escrita desde la cárcel por el senador Ariel Rosendo, en la cual dice ser víctima de “una banda” integrada por el juez que lideraba la causa en su contra, Leandro Estrada; la fiscal Daniela Torres, la abogada Leticia Latini (que representa a su ex pareja) y, como si eso fuera poco, también la conducción del gremio Smata, en la figura de Juan Piturra Márquez.

Cabe recordar que el legislador cumple prisión preventiva por una cusa de “robo doblemente calificado por efracción o fractura y por ser en poblado y en banda, desobediencia a una orden judicial y violación de las medidas antiepidémicas en concurso real”, en perjuicio de su ex pareja, Ivanna Massimino, y del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), que es dueño de la vivienda que habría robado el legislador.

Rosendo fue detenido el pasado 13 de octubre, después de muchos meses de demora, producto de las vueltas que la Cámara de Senadores para su desafuero y de una polémica internación en una clínica privada de Villa Mercedes. 9 días después, Rosendo logró que apartaran al juez Leandro Estrada de la causa y ahora decidió escribir esta carta en la que asegura que el magistrado le pidió 30.000 dólares para recuperar su “vida normal”. Este supuesto pedido se produjo durante una supuesta llamada de la que Rosendo no ofrece, al menos, ningún tipo de prueba.

A continuación, reproducimos en su totalidad la carta abierta en la que el legislador denuncia esta gran conspiración en su contra:

“Quiero llegar a Ustedes, amigos y ciudadanos de Villa Mercedes, y de todo el Departamento General Pedernera, a través de esta sentida carta que les escribo en uno de los momentos más difíciles de mi vida. Sin embargo, entero y en la fortaleza que me da nuestro Señor Dios, mi pequeña hija, mi familia, mis amigos más próximos y mis defensores, es mi intensión transparentar la verdadera razón por la que hoy me encuentro preso y privado de mi libertad.

“Estoy preso por no haber cedido a las presiones indebidas del Dr. Leandro Estrada, juez del crimen 2 de la ciudad de Villa Mercedes, en su momento a cargo de la causa en la que fui denunciado por mi expareja la señora Ivana Massimino y el gremio Smata en la persona del señor Piturra Marquez.

“El miércoles 30 de septiembre de 2020 siendo las 21,30 horas aproximadamente recibí la llamada del entonces juez de la causa Estrada por espacio cercano a los 20 minutos. Cual si fuera un juez de menores Estrada había tomado momentos antes la determinación de quitarme la tenencia de mi hija para, con el pretexto de detenerme, dársela a mi expareja y denunciante en la causa por robo. En esa llamada telefónica (hecha por el juez de su propio teléfono), me pidió treinta mil dólares (U$S 30.000) para recuperar mi vida normal.

“Ante mi resistencia trató por todos los medios de convencerme de que era lo que más me convenía, de que dejara todo en sus manos para que “todo se solucionara”. Ahondó también en que la fiscal de la causa Daniela Torres (de quien se refirió en despectivos términos por su apariencia física) no pondría reparo a lo que él resolviera por cuanto la manejaba”. Señaló claramente que debería darle ocho millones de pesos a mi expareja y que tendría que “tirarle unos mangos a su abogada”, la doctora Leticia Latini ya que “habla trabajado mucho en las causas de familia”. Grande fue mi desconcierto cuando el Dr. Leandro Estrada me dijo sin que se lo preguntara en ningún momento que mantenía con la doctora Latini “relaciones húmedas” en lo que interpreté como un significativo esfuerzo por convencerme de que mi vida por efecto de la causa judicial que manejaba estaba realmente en sus manos.

“Mi vida está en manos del Poder Judicial de la provincia de San Luis y en las de Dios fundamentalmente. Que nadie se confunda de lo contrario!!! Con Su ayuda podré demostrar mi inocencia y que no soy como ha dicho Estrada ni un “bandolero” ni un ladrón”. Por el contrario si en este caso ha habido una ‘banda” esa está conformada por el Dr. Estrada, la Fiscal Daniela Torres, la doctora Latini y la conducción del gremio Smata.

“Mi actual detención obedece al hecho de no haber cedido a las presiones del Juez Leandro Estrada, no a otra cuestión. Y pese a que hoy sufro por estar lejos de mi hija y mis afectos no me arrepiento de haberme negado a tan espuria e indecente propuesta de su parte.

“Ruego a Dios la fortaleza necesaria para demostrar en la justicia mi inocencia, ratificándosela a cada uno de Uds. en esta carta. Los abrazo a todos y todas de corazón”.