Como ya informó este medio, ayer el Senado dio media sanción al proyecto de paridad de género en listas electorales que impulsa el Gobierno provincial. Tras la media sanción, La Gaceta dialogó en exclusiva con Ayelén Mazzina, secretaria de la Mujer, Diversidad e Igualdad; cuyo equipo encabezó la creación de esta ley. Mazzina habló sobre los aspectos más innovadores de esta ley, las grandes demoras del oficialismo para tratar este tema e inclusive de algunos avances que fueron descartados de la misma.
Primero, un poco de contexto
El proyecto del Ejecutivo incluye un par de artículos muy innovadores. Uno de ellos es el artículo N° 2, el cual establece que, cuando se trate de la Cámara de Diputados, el orden por género en las listas de cada departamento deberá alternarse en relación a la elección previa. O sea que si la lista 2021 es hombre – mujer – hombre – mujer, la lista 2023 deberá ser mujer – hombre – mujer – hombre.
La otra gran novedad de la ley puntana, y que es por lejos el punto más polémico, es el artículo 11, que establece una “disposición obligatoria” con respecto a lo que dice el artículo 2, y obliga a que las listas sean encabezadas por personas de sexo femenino en las elecciones 2021 y 2023. Si bien el artículo 2 eventualmente va a conducir a una paridad verdadera, el artículo 11 lo refuerza y busca que esa paridad se de cuanto antes.
En este contexto, hay que remarcar que San Luis es uno de los 7 distritos del país que hoy por hoy no tienen una ley provincial de paridad y que esto ha sido pura y exclusivamente por una decisión del oficialismo provincial, el cual, desde 2016 viene cajoneando en el Senado los dos proyectos de paridad que presentó la oposición y que lograron media sanción en el Diputados. O sea que, si el oficialismo así lo hubiese querido, San Luis podría tener una ley de paridad desde 2016, antes inclusive de que se aprobara la normativa nacional en noviembre de 2017.
La entrevista
La Gaceta: ¿Cómo fueron las rondas de negociación con los bloques de la Legislatura?
Ayelén Mazzina: Hubo 3 rondas con todas las fuerzas políticas de ambas cámaras. Fueron reuniones lindas y hay que destacar el compromiso y el resto de todas las fuerzas políticas. Por supuesto que hay algunas cuestiones en las que no estamos de acuerdo. Yo les podría asegurar y decirles que el 90% del articulado del proyecto de ley está aprobado, pero por supuesto que tuvimos algunas contradicciones con el bloque San Luis Unido, quienes expresaron no estar de acuerdo con la cláusula transitoria.
LG: Algunos legisladores hablaban de un privilegio…
AM: No hay ningún privilegio. Creo que tenemos que mirar este proyecto de ley con ojos de avance. Esto es una reparación histórica a todas las mujeres y disidencias sexuales de la provincia de San Luis. Hemos pensado en un proyecto innovador y diferente al proyecto que está presentado en la Cámara de Diputados. Es un proyecto que, a nivel nacional, ha sido pedido y solicitado para ver si se puede adecuar a los proyectos que ya existen allá.
Que las mujeres puedan encabezar las listas por 2 periodos no habla de ninguna estrategia electoral, como lo planteó también el bloque San Luis Unido, sino que habla de una paridad real.
LG: ¿Por qué es 2020 el año para sacar adelante este proyecto? En años pasado faltó el impulso del Ejecutivo, que es vital en cámaras como la de Senadores y hay proyectos de paridad de género que están rondando desde hace 4 años. Entiendo por qué decís que el proyecto es histórico, pero también era histórico tener la paridad en 2016.
AM: No sirve de nada tener el proyecto papel que en la práctica no se cumple. Podemos hablar de la Ley de Cupo, que se sanciona en el 91 y San Luis adhiere en el 97. Estamos hablando de un 30% que no se cumple. Podemos hacer referencia a 2017, cuando se sanciona la Ley de Paridad 50/50, y aún así no se logró la paridad real en ámbitos de representación política. Entonces, ¿por qué ahora? Creo firmemente que nos tomamos el tiempo necesario para que esto sea una realidad y no quede simplemente en un proyecto. Creo que esa es la explicación, poder haber pensado en esa medida de acción positiva en esa cláusula transitoria que establece durante dos periodos lograr la paridad real y el después es un proceso natural.
LG: ¿Y ustedes creen que no se habría dado ese proceso natural si no hay cláusulas como esta?
AM: Efectivamente. Son medidas de acción positiva. Acá no hay ninguna imposición. Es un proyecto que está estudiado hace mucho tiempo, hace aproximadamente un año que lo venimos pensando. Y cuando digo ‘venimos pensando’ no es solo el Ejecutivo, sino que hay docentes, jefas de merenderos, consejeras, comunicadoras sociales y colectivos feministas. Hemos abierto esta discusión para realmente entender, consensuar y negociar y que finalmente quedara este proyecto, que les diré que al principio era mucho más innovador que lo que está. Pero entendimos que el proceso cultural no es rápido, es lento, y estamos mediante un cambio de paradigma que hoy nos tenemos amoldar, respetar y seguir luchando por nuestros derechos.
LG: Lo que decís me dan ganas de preguntarte qué fue lo que se sacó…
AM: Hablamos de, por ejemplo, una persona no binaria, es decir una persona que no se siente hombre y no se siente mujer, que no podría estar sentada ocupando un cargo legislativo. Por supuesto que hablamos en un diálogo mucho más elevado, teniendo en cuenta también la perspectiva de género. Pero tratamos de mantener un equilibrio para que pueda ser aceptado hoy por la sociedad en este momento histórico que vive la provincia.
LG: ¿Hay algún antecedente de este tipo de cláusula?
AM: Es la primera vez, por eso hablamos de una ley innovadora, por eso hablamos de mirarla también con ojos de avance. Es una ley histórica para la provincia de San Luis y por supuesto va a dejar precedentes para el resto de la Nación.