Esta mañana, el Concejo Deliberante no solo aprobó aumentos, sino que también le dio el visto bueno a la modificación de la ordenanza de paridad de género, aprobada hace tan solo unas semanas, incorporándole los dos puntos más importantes de la ley provincial.

Así es como el proyecto presentado por el Frente Unidad Justicialista propone una modificación al artículo 3 de la ordenanza recientemente aprobada, estableciendo que en cada elección se deberá alternar el “orden de prelación por género en relación a la anterior”. O sea que si las listas 2021 son mujer – hombre – mujer, las listas 2023 tendrán que ser hombre – mujer – hombre.

A esto, el proyecto le agrega una “disposición transitoria”, igual a la del proyecto provincial, que obliga a que las listas 2021 sean encabezadas por mujeres. Aquí cabe aclarar que la ley provincial establece esta disposición para 2021 y 2023, ya que la mitad de los departamentos van a renovar sus legisladores el año que viene y la otra mitad hará lo mismo en 2023.

Desafortunadamente, el debate de hoy no fue un intercambio de ideas, sino de palos y reproches entre las legisladoras del Concejo, al punto de que por momentos parecía una competencia para ver quién era más feminista. El disparador de todo esto fue la ausencia de Ailen Chaine, quien no estuvo presente el día en que la comisión de la Mujer emitió su despacho afirmativo.

Chaine es una feminista de reconocida trayectoria en la ciudad e integra Mumalá, una agrupación vinculada a Barrio de Pié y Libres del Sur que, entre otras acciones, reclamó en múltiples ocasiones cuando los legisladores del oficialismo provincial congelaron por años los proyectos de paridad de género que presentó la oposición.

Aún así, Julieta Ponce y Agustina Gatto, ambas del bloque Unidad Justicialista, apuntaron contra ella. Luego de sus infaltables loas a Alberto Rodríguez Saá, Julieta Ponce, sin dar nombres, dijo que lamentaba que “la lucha de las mujeres a veces se vea socavada por intereses personales”, mientras que Gatto, que si la mencionó a Chaine por nombre y apellido, la criticó por no ir a una reunión de comisión y dijo que era “rarísimo en una mujer que aparentaba enarbolar nuestros derechos”.

Gatto luego sostuvo que Chaine, tras estar ausente, quiso incorporar su voto en el despacho. “Feminismo verdadero, feminismo de cartón. Tenemos que ser coherentes. La sororidad no es una palabra que es solo una palabra, sino que debe estar acompañada por hechos”, dijo Gatto, quien después apuntó a María José Domínguez, asegurando que la concejal poncista en principio acompañó el despacho y “después de la reunión de comisión expresó que en realidad no había acompañado el voto”.

Obviamente, Chaine pidió inmediatamente la palabra. “El feminismo de cartón no está bueno y por eso milito en una organización feminista desde hace 6 años, acompañando a víctimas de violencia. Que no haya ido a una comisión no me hace menos feminista”, dijo la concejal de San Luis Unido, quien redobló la apuesta y le dijo a Gatto que solo la vio “3 o 4 veces” en las reuniones de la comisión de la Mujer.

Luego, Celeste Aparicio salió con los tapones de punta a defender su compañera de bloque, y disparó que “en octubre el PJ se dio cuenta que necesitábamos una ley de paridad”. “Hace 6 años que está el proyecto en la Cámara de Diputados y a las que hoy se arrogan feministas no las vi nunca”; refiriéndose a todos los años de lucha por la aprobación de los proyectos de paridad de género presentados por políticos de la oposición. “Sí la vi a la concejal Chaine y estábamos ahí pidiéndole a las senadoras, que en su mayoría eran mujeres, que votaran la Ley de Paridad”, agregó Aparicio.

A las críticas y reproches se sumó luego Daniela Serrano y así, sin ideas y palos volando para todos lados, continuó por unos cuantos minutos más uno de los debates más tristes de la historia reciente del Concejo Deliberante. El proyecto fue finalmente aprobado por 12 votos positivos (de Unidad Justicialista y San Luis Somos Todos) y 3 abstenciones (de San Luis Somos Todos).