Tras permitirles seguir como estaban por más de un año, la gestión municipal de Sergio Tamayo finalmente ha decidido desalojar a los meseros del Paseo del Padre y a los manteros y venderos ambulantes que copan las veredas del centro puntano. La gestión de Enrique Ponce también se puso este objetivo en algún momento y fracasó, del mismo modo que han fracasado innumerables gobiernos municipales a lo largo y ancho del país.

Luego de las protestas de este lunes y martes, La Gaceta dialogó con Facundo García, el secretario de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de San Luis. “La situación es de absoluta ilegalidad porque se está ocupando el espacio público para la venta. Son dos situaciones: se ocupa el espacio público de forma indebida y la venta ilegal. Existe una ordenanza que permite la venta ambulante, pero, como su nombre indica, es para caminar vendiendo”, fue lo primero que nos dijo el funcionario, luego de una reunión de más de 3 horas con los manteros que ayer reclamaron en calle San Martín.

García explicó que la ordenanza vigente solo permite la venta ambulatoria, “o sea para caminar vendiendo”, de productos como golosinas o café. “No está habilitada la venta o reventa de ropa, y menos en el espacio público, como se había tornado, donde ya el Paseo del Padre era intransitable. Teníamos numerosas quejas de vecinos, de la Cámara de Comercio, de los bancos y de los supermercados porque prácticamente ya habían copado todo”, señaló el secretario de Seguridad Ciudadana.

En este contexto, el Juzgado de Faltas emitió un oficio “donde se solicita de una manera más rigurosa, incluso con el decomiso de los productos en caso de presentar una situación de que no acceden a abandonar el uso indebido de la vía pública”. Esta orden judicial solicita además el apoyo de la Policía Provincial, la cual acompañó el operativo del día de hoy.

En cuanto a los mesones del Paseo del Padre, que fueron instalados con anuencia de la Municipalidad durante la gestión Ponce, García dijo que muchos no estaban pagando y que además se detectaron subalquileres de los espacios. “Se transformó en una feria de La Salada el Paseo del Padre, que no era el proyecto original, que hablaba de artesanos, de regionalismo y producción propia, no de esta venta de indumentaria y demás”, dijo el funcionario municipal, quien además no hizo ningún tipo de promesa con respecto a la situación futura de los vendedores.

“Si bien tenemos que hacer un acompañamiento con Desarrollo Social y ver la situación de cada uno y ver en qué puede participar y ayudar el municipio, también tenemos que entender que son situaciones particulares y que no puede caer sobre el municipio la responsabilidad de cada una de las personas que se le ocurre ir al espacio público a vender algo”, dijo García con firmeza, no cayendo en las típicas promesas que otras gestiones siempre hicieron con respecto a ofrecerles “algo mejor” a los manteros.

Inclusive, el funcionario habló de “desvincular un poco la responsabilidad que tiene el municipio sobre cada uno de los casos, que son casos particulares e individuales de las personas”. “De alguna manera, ellos tienen que buscar la legalidad, decir ‘en algún momento me tengo que instalar en un local o algo’. Sería muy fácil entonces que cada uno de los comerciantes deje de pagar alquiler y los cánones de comercio y salgan a ponerse en la vereda. No corresponde y no lo vamos a permitir”, añadió García.

Obviamente, anuncios como estos ya se han hecho decenas de veces no solo en la historia de San Luis, sino también en la de cualquier ciudad del país, y es muy probable que termine en una nueva “guerra de desgaste” entre la Municipalidad y los manteros. Guerra que, hasta ahora, siempre han ganado los manteros. En 2014, el ex intendente Enrique Ponce arremetió con todo en contra de los manteros y hubo más de un operativo que terminó a las piñas, llegando a un pico de violencia en septiembre de 2014. Después de eso, la gestión anunció stands portatiles, tolerancia cero y la construcción de un nuevo paseo que nunca se concretó. Nada funcionó. Como todos sabemos, se permitió la instalación de esos mesones en el Paseo del Padre, que con el paso del tiempo comenzaron a ocupar más y más espacio, y rara vez se volvió a hacer algo en contra de los manteros.

Por el momento, habrá que esperar para ver qué fuerza y qué tipo de continuidad le da la gestión de Tamayo a esta medida, y cual va a ser su reacción a las inevitables protestas que, con el paso del tiempo, solo van a recrudecer. “El oficio (del Juzgado de Faltas) tiene vigencia a través del tiempo. Se mantiene porque solicita que se trabaje en prevención y control de la ocupación de la vía pública. Es una orden y al trabajo lo vamos a seguir manteniendo de manera preventiva hasta que podamos erradicarlo. Si ellos no buscan ninguna alternativa, no va a haber ninguna solución. Si la solución es para ellos quedarse en la vía pública, es un no rotundo”, concluyó García.