Tras un par de semanas durante las cuales se notificó “fehacientemente” a estos locales que debían cerrar, a pesar de que “toda ley se presume conocida a partir de su publicación en el boletín oficial”, la Policía salió a clausurarlos, en caso de encontrarlos abiertos, el pasado viernes. “Nos encontramos con la grata novedad de que muchos de los lugares conocidos estaban cerrados”, dijo el ministro sobre ese primer día.

“Sabemos que, por ahí, es una táctica de cerrar durante un tiempo. Esto va a continuar y va a haber procedimientos en toda la provincia de San Luis. Esperamos que la Justicia nos acompañe en la aplicación de esta ley”, comentó el ministro.

Sin embargo, el domingo se hizo un nuevo relevamiento y encontraron abierta la whiskería La Calesita, por lo que se procedió a la clausura del local y se detuvo al dueño del local, poniéndolo a disposición del juez de Instrucción N° 2. En cuanto a las mujeres que estaban trabajando en el local, con las cuales personal de Víctimas del Delito dialogó a solas, las mismas dijeron “no ser prostitutas, sino coperas”. Por otro lado, el ministro destacó que “la mayoría eran personas de nacionalidad extranjera, de República Dominicana y Paraguay, lo cual también nos hace estar más alertas”.

De igual manera, todas pudieron acreditar su identidad y domicilio, lo cual es muy importante ya que, como dice la ley, si no pueden hacerlo, serán tenidas como víctimas de la trata de personas y se ponen en la órbita de la Justicia Federal la posibilidad de que sea una víctima de la trata.

Finalmente, el ministro habló sobre las críticas que la oposición ha hecho al proyecto de ley, destacando que solo servirá para que la prostitución se traslade al ámbito privado, donde será aún más difícil controlar la trata de personas y enfermedades venéreas. Al respecto, primero destacó que, en los meses previos a que el Gobernador, Claudio Poggi, firmara el decreto que luego se convirtió en ley, había una migración de provincias como Córdoba y La Pampa hacia San Luis de estas personas”, ya que en ellas ya se habían aprobado normas similares.

“Era algo preventivo. Había que hacer algo. Puede ser perfectible, pero había que demostrar la voluntad política en cuanto a este tema. Luego, obviamente, podemos ir mejorando la norma. Son situaciones que pueden ir mutando, así que veremos de qué manera perfeccionamos o combatimos lo que en definitiva se trata de combatir, el proxenetismo. Uno no es que esté en desacuerdo con planteos que pueden hacer los diputados de la oposición, pero digo que la situación no es tan fácil como parece. Luego, si hay modificar y hay que hacer más perfectible la norma, hay que ver de qué manera combatimos situaciones nuevas que antes no se estaban produciendo, mandaremos un nuevo proyecto a la Cámara”, concluyó el ministro, reconociendo que la ley puede mejorarse y hasta mostrándose dispuesto a trabajar para lograrlo en un futuro. “Mientras tanto, en el tema de la calle si vamos a hacer relevamientos continuos y periódicos para tratar de ver la situación y controlar el tema de las personas de origen extranjero”, agregó.