Esta mañana, el gremio ATE realizó una panfleteada en la Municipalidad de Justo Daract, luego de que el intendente de la localidad, Alfredo Domínguez, se negara a recibirlos. “El Intendente no nos recibe. Venimos cursando notas de hace mucho tiempo. Tenemos reclamos concretos, algunos que son de mucha gravedad, como la violencia laboral que sufren trabajadores y trabajadoras acá, la persecución de nuestro sindicato, y también una cuestión que no es menor para nosotros, que es lo salarial”, manifestó Fernando Gatica, secretario general de ATE.

El gremialista explicó que el municipio de Justo Daract adhirió por ordenanza al escalafón salarial provincial, pero no cumple con el mismo. Según contó, hay una diferencia de 13 mil pesos en las categorías más bajas, la cual se hace aún mayor en las categorías más altas. “El intendente ha decidido no recibir a nuestro sindicato y ha profundizado la persecución hacia los trabajadores”, dijo Gatica, quien luego anunció un corte de la Ruta 7 a la altura de de Justo Daract y una manifestación.

En materia de persecución laboral, Liliana Pairone, trabajadora de la Municipalidad y miembro del Consejo Directivo de ATE, contó lo que ha vivido los últimos meses. Su conflicto comenzó cuando pidió tomarse 3 días para realizar unos estudios médicos y, desde la Municipalidad, le comunicaron que se debía tomar las vacaciones que no había solicitado. Luego de la licencia, en base a un informe de un contador que calificó como “totalmente mentiroso”, a Liliana la apartaron de su cargo en Rentas municipales y la trasladaron a un SUM. “Esto fue hace 5 meses y desde aquel día no me han ido a ver, no sé cuáles son mis funciones y no tengo una oficina disponible”, contó Pairone, quien hace más de 22 años trabaja en la Municipalidad.

De acuerdo a Liliana, el intendente Domínguez se manejó durante todo este proceso con “total autoritarismo” y con una “serie de procedimientos irregulares”, por que “no quedó más alternativa que tener que denunciarlo ante los organismos correspondientes”. A modo de contraataque, la empleada municipal asegura que el jefe comunal realizó una campaña de desprestigio en su contra. “Hubo dos entrevistas muy fuertes donde ellos aducían irregularidades en el manejo de la oficina de rentas. Pedí por favor que hagan las denuncias correspondientes y hasta el día de la fecha no han procedido”, comentó Liliana.

“Si vos me preguntás realmente cuál es el motivo, se puede interpretar que puede ser cualquiera. Por algo no me sumarió e hizo la intervención de esta manera. El no me do el derecho a la defensa. Una sola vez pude hablar con él, tratando de hacerle entender que no era real ese informe que le había pasado este contador, pero nunca más me dio la oportunidad”, continuó Liliana, quien no pudo apuntar a un hecho particular que haya motivado su traslado inicial, pero sospecha que puede ser una cuestión política.