Esta semana se conoció un nuevo caso de violencia policial. El hecho ocurrió en Naschel y la víctima fue Agustín Ceferino Gómez, un joven de 27 años que recibió un brutal disparo con perdigones de goma en su espalda cuando fue a la comisaría del pueblo a denunciar que en una casa particular se desarrollaba una fiesta con menores de edad y había una persona que estaba poniendo pastillas en las bebidas.

Agustín se encontraba en estado de ebriedad cuando fue a realizar la denuncia a la comisaría. El oficial que atendía no le quiso tomar la denuncia y se desató una pelea que terminó con el joven recibiendo el disparo que le dejó más de 25 perdigones de goma en su espalda. Como ya informó este medio, el lunes el policía en cuestión ya fue pasado a disponibilidad.

“Mi hijo me contó que él fue solo a la comisaría a denunciar que en una fiesta clandestina que hubo la noche anterior (el sábado) en un domicilio particular del pueblo había un hombre que le ponía pastillas a las bebidas alcohólicas. Me dijo que lo atendió un policía al que conocemos como Leandro, porque él era quien hace aproximadamente dos años hacía recorridos de guardia por mi casa luego de que yo hice una denuncia por violencia de género. Agustín les dijo a los agentes que estaban ahí que ellos como policías sabían bien de qué gente les hablaba. Leandro le preguntó ‘¿qué sabés vos?’ y mi hijo le contestó que él (en referencia al policía) sabía quién maneja la mafia en el pueblo”, relató Natalia Pereira, en declaraciones a El Diario de la República.

“Después se insultaron y mi hijo salió. Cuando se iba, desde una ventana Leandro comenzó a dispararle y él intentó correr, pero empezó a sentir dolores, no se podía mover. En total tenía 25 perdigones en la espalda. Estuvo en el hospital y durante la madrugada pidió el alta. Después fue al Municipio y contó lo que había sucedido porque no quiere que esto quede en la nada. Después se fue a casa. Luego, como a las cinco de la madrugada, el jefe de la Comisaría de Naschel lo citó para que hiciera la denuncia y fue a realizarla”, agregó la mujer.

Por su parte, Gómez, en declaraciones a El Chorrillero, sostuvo que los policías “estaban involucrados en el tema de droga” y que tiene pruebas. “Esto no se va a quedar así, tengo una hija, tengo amigas y vecinas de 13 y 14 años que estaban en esa fiesta. Este tipo no quería vender estupefacientes, los estaba regalando. Era un pedófilo que quería llevarse a alguien”, añadió.