Este jueves, el servicio de Pediatría del Policlínico de Villa Mercedes realizará un paro desde las 12 horas hasta las 24. “Solo se van a atender las urgencias. El reclamo principal es el recurso humano de médicos pediatras. Lo que piden los médicos del servicio es que sean nombrados en carrera sanitaria y no que estén viniendo médicos de otras provincias por 24 horas y después se van. Quieren que sean pediatras para seguir atendiendo a los pacientes y seguir viendo su evolución; no que venga un médico, los vea por 24 horas y se termine yendo sin saber lo que pasa con los pacientes que, a lo mejor, estuvo internando él”, manifestó Carlos Belletini, secretario de Prensa y Difusión de APTS.
Desde el gremio estiman que hacen falta “entre 12 y 15 pediatras más de los que son”. “Hasta el año 2018, el servicio de guardia e internados estaban separados, o sea que había médicos pediatras para la guardia y para los internados, pero por falta de profesionales se terminaron uniendo. O sea que el médico que está en la guardia tiene que estar en la sala también. Eso lleva a que el médico de guardia muchas veces tenga que ir a atender a algún paciente que se descompensa en la sala y por eso no puede atender la guardia. Y por eso muchas veces la gente se enoja con ellos o con alguna enfermera porque no son atendidos a tiempo”, agregó Belletini.
El médico también remarcó que otro de los pedidos es que “haya una terapia intensiva pediátrica, porque acá en Villa Mercedes no hay, ni siquiera en la parte privada”, lo que conduce a “un chico que llega grave al servicio de pediatría de Mercedes tarde entre 3 o 4 horas para llegar a la terapia pediátrica que hay en San Luis Capital”.
“Se reunieron con la ministra el viernes pasado, los recibió la Dra. Dávila, pero lamentablemente no se llegó a ningún acuerdo ni arreglo”, contó Belletini.
Otro punto del reclamo es que la hora excedente se está pagando $365. “Creo que la hora de empleada doméstica está en $390 y le están ofreciendo a un médico especialista $365. Realmente es una ridiculez”, sostuvo el secretario de APTS.
La problemática de la atención pediátrica en Mercedes es un problema de larga data como lo refleja la historia del hospital Verónica Bailone. Este espacio nació como una maternidad y clínica infantil de Dosep, pero cuando su construcción concluyó, la gestión de Claudio Poggi (2011-2015) la tercerizó a la Clínica del Niño. “Fue un error, porque esa clínica ya estaba y lo que hizo DOSEP era algo nuevo para sumar más en salud, pero al fusionarse disminuyó, porque la Clínica del Niño no tomó todo el edificio, ya que la mitad esté prácticamente sin ocupar, dejó de prestar servicios en su clínica y se fue a esa maternidad, lo que redujo la atención; lo que era más se convirtió en menos”, expresó Alberto Rodríguez Saá, allá por 2017, cuando se anunció un nuevo proyecto dentro de este espacio. Ese nuevo proyecto era un hospital escuela, en la época en que el Gobierno provincial se “llevaba bien” con la UNViMe, ya que apenas se creó el rector normalizador fue el ex ministro Roberto Schwartz. Cuando la conducción de la universidad quedó en manos del radical David Rivarola, esta relación se cortó y este espacio quedó nuevamente en el limbo, hasta que finalmente se puso en marcha el hospital Verónica Bailone, atendiendo principalmente a afiliados de Dosep.
Ahora que Dosep mudó su clínica al edificio de Suipacha 519, “se va a hacer un hospital materno”. “En Villa Mercedes no necesitamos un hospital materno en ese lugar, como sí necesitaríamos un hospital pediátrico, con una terapia pediátrica como corresponde. Lamentablemente, la decisión de arriba ya está tomada. Yo no voy a poder operar en ese lugar por falta de quirófano, porque solo está proyectado hacer dos quirófanos. Entonces yo no puedo entrar a operar, por ejemplo, un cáncer, que son 2 o 3 horas de cirugía. Vos, en un hospital materno, tenés cesáreas programadas, que las hacen en un quirófano, y cesáreas de urgencias, donde tenés que tener un quirófano libre”, opinó Belletini, recordando las primeras etapas de la maternidad Teresita Baigorria, cuando se necesitaban médicos que estaban a muchos kilómetros de distancia, en el Hospital San Luis.