“No estar preso en la cárcel constituye un tratamiento preferencial”, dijo, por su parte, el abogado de la familia Bustos.

Ayer, la jueza del Crimen N° 3, Virginia Palacios, dio detalles de la prisión preventiva que Jorge Chavero, el oficial de policía que le disparó a Leandro Bustos con una Itaka cargada con perdigones de goma, cumplirá en el cuartel de Bomberos de la Policía de la Provincia. Cabe recordar que Chavero dejó a Bustos ciego y mudo con su disparo.

“En la mayoría de los antecedentes, en los que está involucrado un miembro de la fuerza policial, ocurre lo mismo. Si bien en este caso se debe velar por los derechos del damnificado, también nosotros que disponemos la prisión preventiva, debemos velar por la integridad física del preso. Lamentablemente es así”, comentó la jueza Palacios al ser consultada por los motivos para alojar a Chavero en el cuartel de Bomberos.

“Es el mismo temperamento que se ha adoptado en las últimas prisiones preventivas, inclusive de Mecerdes y a las que nosotros nos hemos remitido como antecedentes, e incluso condenas. Con esta medida no es que esté liberado. Él está cumpliendo con una prisión preventiva en una situación de alojamiento, que difiere por su condición de policía. Lo que se modifica es el lugar de alojamiento, nada más. Está privado de libertad como cualquier otra persona que está privada de libertad”, concluyó la jueza, quien, por otro lado, no dio lugar al pedido del abogado defensor de Chavero, quien solicitó cambiar la carátula de homicidio en grado de tentativa a lesiones graves.

Por su parte, Jorge Merlo, abogado de la familia Bustos, se mostró en contra de la decisión de Palacios. “No estar preso en la cárcel constituye un tratamiento preferencial. Chavero no tiene privilegios. Vamos a investigar si en la Penitenciaría existe un lugar para detenidos de las fuerzas de seguridad y voy a solicitar que esté en las mismas que cualquier detenido de la provincia, que es la garantía para todos. Todos los penales de provincia de Buenos Aires tienen lugares específicos para gente de seguridad. Acá entraríamos en una cuestión de privilegios”, concluyó el letrado.