En 2023, Ernesto “Pipi” Alí fue candidato a intendente de La Toma, en junio, y luego a diputado nacional por San Luis en octubre, en lo que muchos pensaron que fue una candidatura testimonial, como la de María José Zanglá en 2021. Alí aseguró, en declaraciones a distintos medios, aseguró que iba a asumir como diputado nacional, pero llegada la fecha de hacerlo, el pasado 8 de diciembre, no se presentó en el Congreso de la Nación ni comunicó de manera oficial el motivo de su ausencia.
Este lunes, el portal Apuntes de San Luis dio a conocer que Alí va a hacer todo a medias, ya que sacó un decreto convocando a sesiones extraordinarias del Concejo Deliberante de La Toma para tratar el pedido de licencia por 10 meses, del 18 de enero al 18 de noviembre, sin goce de haberes. Durante este periodo, se estima, asumirá su banca de diputado nacional.
Por el momento, Alí tampoco ha explicado de forma pública esta decisión. Uno puede asumir que, salvo que se tenga una verdadera vocación de servicio, es muy difícil que alguien prefiera ser intendente, función pública que demanda un trabajo intenso y reclamos permanentes; y no diputado nacional, con largos meses de vacaciones, una exigencia laboral muy liviana y prácticamente sin reclamos por parte de quiénes lo hayan votado. Y ni hablar del salario, ya que un legislador nacional debe cobrar, como mínimo, unas 4 veces más que el intendente de La Toma. Por otro lado, los viajes constantes y la pérdida de presencia en su provincia son cuestiones que a muchos políticos del interior no les agrada.
Claramente, Alí no se ha podido decantar por ninguna opción y terminará haciendo un poco de cada cosa.
[adinserter block=”1″]