El Senado provincial tuvo una sesión extraordinaria este jueves para aprobar, por el voto mayoritario de la nueva oposición, un proyecto para repudiar el ataque al vehículo del senador que preside el bloque Justicialista, Juan Carlos García. El pasado viernes pasada las 23 horas, en la localidad de Los Manantiales, el auto del legislador fue vandalizado, mientras estaba en el interior de su casa. Fueron dañados cuatro vidrios del vehículo, el parabrisas, dos ruedas delanteras y la manguera del aire acondicionado.

En la sesión, el senador damnificado realizó su alocución, luego de lo que hicieran previamente sus colegas. García agradeció el apoyo del vicegobernador Ricardo Endeiza; la ministra de Seguridad, Nancy Sosa, de los senadores y diputados peronistas.

“Que se investigue porque ocurrió en una localidad donde no es habitual que ocurra este tipo de hechos. Podría haber sucedido a cualquier senador o a cualquier diputado. Pero me pasó a mí. En una localidad tranquila donde vivo. Donde camino libremente en cualquier horario. Nunca sucedió un hecho de estas características. No culpo a nadie. Solamente que me llama mucho la atención que en la semana recibe muchos mensajes, consultas sobre el tema que se iba a tratar en la sesión pasada”, dijo García, quien fue tres veces intendente de Los Manantiales, pueblo que queda a 75 kilómetros de la ciudad de San Luis.

Como informó La Gaceta, la nueva oposición no dio quórum para el tratamiento del proyecto que le permitiría al Gobierno provincial acceder a un crédito del banco Nación para abonar los salarios de enero en un solo pago.

Este medio preguntó a García si previamente recibió algún tipo de amenazas al hecho de violencia que padeció. “No he recibido nunca amenaza, ni estando como Senador, ni tampoco siendo Intendente de los Manantiales durante tres periodos, fui concejal”, respondió. El senador afirmó que tampoco tiene sospecha de quiénes podrían haber sido los autores.

Cuando sucedió el hecho vandálico, García escuchó los ruidos y cuando salió a ver lo que sucedía, ya no había nadie.

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