El edificio del Rectorado de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) permanece tomado desde la mañana de este lunes, en un acto de protesta que resuena con fuerza dentro de la comunidad universitaria. La toma es parte de una serie de medidas adoptadas en el marco de un paro docente y no docente, originado por la falta de avances en las negociaciones salariales con el Gobierno Nacional.
Durante una conferencia de prensa realizada esta mañana, el rector de la UNSL, Víctor Moriñigo, brindó detalles sobre la situación. “En total paz hicimos entrega del edificio como corresponde según los protocolos en estos casos”, expresó Moriñigo al referirse a la toma del Rectorado. El rector destacó que esta medida, aunque disruptiva, tiene una “dinámica de protesta especial” en el contexto universitario, y subrayó que se va a “respetar todo tipo de protesta”.
Moriñigo también reconoció que la medida es “totalmente justa” dadas las circunstancias salariales, aunque aclaró que “quizás en la particularidad de las medidas podamos no estar de acuerdo”. “Pero también entendemos, repito, que en la Universidad la significancia de la medida habla por sí sola y será una tarea para nosotros ir generando los consensos, ir trabajando y dialogando con ellos para ver cómo retomamos la vía de la institucionalidad de las autoridades elegidas de la universidad”, continuó.
La situación ha obligado a la suspensión de las actividades administrativas y académicas en el edificio del Rectorado, aunque el resto de las facultades y dependencias de la UNSL, como las sedes de Villa Mercedes y Merlo el mismo Comedor Universitario, continúan funcionando con normalidad. “Nosotros vamos a tratar de, a través del diálogo, ir solucionando esto lo más pronto posible para que la universidad pueda tener vida administrativa, académica, concursos, nombramientos, compra de equipamiento. Todos los días se hacen cosas, un día se puede reprogramar, dos o hasta una semana. Vamos a buscarle la vuelta, pero siempre buscando como herramienta el diálogo, por supuesto”, reafirmó el rector, asegurando que no van a “tomar ninguna medida desde la universidad que genere conflicto”.
“Yo creo que se ha roto un poco la dinámica de aquella marcha del 23 de abril, donde todos estábamos juntos y seguramente ahora aparecerán distintas maneras de expresar el conflicto, en donde hay quienes creen que haciendo la mayor actividad o el mayor barullo son los que más ganan, yo soy de los que creen que hay que medir la estrategia, la oportunidad, la conveniencia, pero tampoco soy el dueño de la verdad, así que ojalá que entremos en un diálogo que haga que ganemos empatía en la comunidad universitaria y no nos dividamos entre nosotros. Aquí el concepto de comunidad es el que hay que sostener y el que hay que defender, respetando al que piensa distinto, tanto de nosotros hacia ellos como de ellos hacia nosotros”, comentó el rector.
Ante una pregunta de los medios, el Moriñigo también mencionó que la toma del Rectorado puede tener mayor visibilidad nacional por el hecho de que él presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y que podría replicarse en otras universidades del país.
En cuanto a la lucha contra las medidas de ajuste del Gobierno Nacional, Moriñigo consideró que hay que considerar como “se plantea estratégicamente una lucha de largo aliento, de largo plazo, donde me parece humildemente que las cuestiones radicales tan pronto (como esta toma) no aparecerían siendo beneficiosas”.
“Yo creo que hay expectativa en dos hechos políticos importantes, que es una comisión tripartita que el Gobierno Nacional ha citado para la semana que viene, del Ministerio de Educación, el Ministerio de Sturzenegger y los gremios. Vamos a ver qué soluciones, qué caminos salen de ahí. Si ustedes me preguntan, el Ministerio de Sturzenegger no creo que sea un ministerio que va a traer buenas noticias, pero bueno, quizás ahí es un poco de sesgo mío, ¿no? Y el día de mañana hay una reunión de diputados donde se ha establecido un llamado a sesión especial sobre el tema universitario. También puede ocurrir algo ahí. Pero bueno, me parece que esperar que Buenos Aires haga algo y nosotros seguir con el edificio así, nos va a llevar a un deterioro de la vida administrativa y académica de la universidad”, consideró.
Finalmente, Moriñigo se refirió al contexto económico que afecta a las universidades, señalando que “mes a mes las universidades pierden contra la inflación”, que sus trabajadores han perdido más que otros empleados estatales y que la situación es insostenible si no se encuentran soluciones. “Lamentablemente cuando vamos a Buenos Aires se nos dice que tenemos razón, pero que no hay plata. Entonces ese desgaste de ocho meses ha llevado a estas medidas, que tienen que ser radicales, porque incluso van cambiando los actores. Primero sientan a un funcionario, después a otro, cada vez que van llamando a uno nuevo hay que empezar de cero, y eso parece una tomada de pelo, y es lo que ha llevado a este no inicio de cuatrimestres en todo el país”, concluyó el rector de la UNSL.




