El establecimiento La Nelly se encuentra ubicado en Dónovan, a 10 kilómetros de la ciudad de San Luis. Actualmente realiza el engorde de ganado bovino y cuenta con 4.000 cabezas de ganado, con las cuales abastece a una amplia cantidad de carnicerías en la provincia de Mendoza, donde su dueño tiene un frigorífico.

Ante la presencia de olores nauseabundos, se registraron diversos reclamos de la comunidad de Juana Koslay y vecinos de la ciudad de San Luis. En los últimos meses, la cartera ambiental concretó diferentes abordajes para analizar la situación. Al iniciar el año, la empresa se comprometió a construir piletas de efluentes para nuevas canalizaciones y a profundizar la limpieza de 25 corrales.

El conflicto, con quejas vecinales desde el año 2017, demanda una solución sin matices. Por eso el Gobierno realizó una nueva supervisión con los inspectores de Senasa, Emilio Parnisari y Sofía Galareta; el director de Cosafi, Daniel Boiero, y el jefe del Área de Control, Monitoreo y Fiscalización Ambiental, Alex Simioli. Estas inspecciones son esenciales para asegurar que las prácticas agrícolas y ganaderas se realicen de manera segura y responsable, de tal modo que se promueva una sostenibilidad y se proteja el bienestar comunitario y natural.

La meta principal de la inspección fue garantizar la salud pública y la protección del ambiente. En esta oportunidad, Senasa otorgó un plazo de 60 días para que la empresa ‘La Nelly’ presente el certificado de aptitud ambiental aprobado. De lo contrario, se restringirá el ingreso de animales.

Para generar un estudio más exhaustivo del terreno e indagar en el análisis de las condiciones operativas del feedlot, inspectores y técnicos provinciales se reunirán con investigadores de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) este jueves 5 de septiembre. El encuentro propondrá un trabajo interdisciplinario en función de brindar una solución definitiva al problema de las emisiones gaseosas.

Fuente: ANSL