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Esta mañana, Maricruz López, una joven de 16 años, reclamó frente a las puertas del Poder Judicial que le devuelvan a su beba de 1 año y medio, la cual estaría en este momento bajo el cuidado de una familia solidaria.

Esta historia comenzó cuando Maricruz se enteró que estaba embarazada, cuando ya llevaba 7 meses de gestación, y aceptó dar a su hija en adopción, que es lo que le sugirieron en la maternidad provincial, donde asistió acompañada de su tutora. “Llego a casa, me llenaron la cabeza con la adopción, que la tenía que dar, que era chica, que faltaba esto, faltaba aquello. Me hicieron visita al RUA (Registro Único de Adoptantes), hablé con la licenciada Laura, me explicó cómo era el tema de la adopción, que si en algún momento me arrepentía, tenía dos meses para arrepentirme. Y normalmente me entregaban a mi hija”, relató la joven, en declaraciones a Megacable.

Luego del parto, que fue por cesárea, la joven habló con su pareja y decidieron criar a su hija. “Llega el lunes, le doy informe a Juzgado y al RUA que no la voy a dar. Me presento en la maternidad y antes de llegar a maternidad me agarraron las asistentes sociales, diciendo que los únicos hasta el momento posicionalmente que estaban bien era el abuelo paterno. O sea, el papá de mi pareja. Le entregan la bebé al abuelo paterno cuando me dan el alta”, contó Maricruz, asegurando que iba todos los días a la casa de su suegro a ver a la beba.

“Pasó un mes, llegaron problemas. Había veces que no la podíamos ver, o porque no estaban o porque habían otros inconvenientes. Me la traían los domingos, pero eran solo tres horas por orden del juzgado, que la podía ver solo ese tiempo. Agarro un lunes y levanto la denuncia de que no podía ver a mi hija y que siempre eran peros, o que el juzgado me ponía un límite para ver a mi hija”, relató la Joven, quien acudió a la jueza Ana Belén Villegas.

La jueza de Familia N° 3 ordenó la restitución de la niña a la tutora de Maricruz, con quien ella vive. “Listo, me entrega la bebé y me la llevo el mismo día a mi casa. Al otro día arranco con asistentes sociales. Iban a casa, estaba todo bien. Pasó el tiempo, iban, te discriminaban, te trataban como querían y se iban. Levantaban informes, con cosas que la mayoría que yo reconozco que eran nada que ver. Porque había una de las asistentes, una se llamaba Johana Rojo, que era la que nos daba la oportunidad de criarlas. Y estaba la otra que era licenciada y que era la que la quería pasar a adopción directamente. Era la que siempre nos reprochaba todo. No le gustaba absolutamente nada”, comentó.

Eventualmente, hace dos semanas, la Justicia revirtió su decisión y le quitó a Maricruz su hija, ya de un año y medio, poniéndola al cuidado de una familia solidaria. A través de la app Portal Puntano, Maricruz sabe que su hija está en este programa, pero no saben exactamente con quién. Además, recientemente se enteró de que la familia solidaria planea viajar a la provincia de La Pampa para pasar las fiestas. “No me dijeron nada, no me dejaron acta de notificación, no me citaron, no me dicen nada”, aseguró la joven.

Sobre el día en que la Justicia le quitó la tenencia, Maricruz contó: “Yo ese viernes había venido justamente al juzgado para pedir la guardia de mi hija, porque no la tenía yo, la tenía mi tutora. Y yo me había ido de su domicilio y la quería yo para cobrar lo correspondiente y poder tenerla yo. Vengo al juzgado y no me atiende la jueza. Estuve de las ocho de la mañana hasta las una y media de la tarde. Es más, tenía que cobrar y no pude porque me cerró el banco. Vengo al otro día, me dan un papel. Tengo que estar presente en las audiencias, en las pericias psicológicas, todas esas cosas. Listo. Vengo al otro día, me dan la app de Portal Puntano, me dicen que me cree un usuario, pongo el número de expediente y veo todo lo que tengo. Espero, me empiezo a hablar con abogados, a ver qué pasaba, qué me podían decir, cómo me podían asesorar. Y la verdad es que todos me dijeron lo mismo. Es una trata de personas”.

“Me ayudan las dos abuelas, mi cuñado, mi pareja. Todos trabajamos, estamos bien parados económicamente, como para qué decir. Puede estar con nosotros. En ningún momento le faltó nada. Capaz que hubieran una o dos veces que nos agarraron el tema de los pañales, pero estaba familia solidaria y nos daba. Pero yo supongo que esa no es razón para sacar. Otra cosa sería maltrato y todas esas cosas, pero es algo que en casa no hay”, concluyó la joven.