Más que nunca, la explanada frente a la Catedral se tiñó de celeste y blanco.

Miles de puntanos salieron a festejar a las calles céntricas el triunfo de la Selección Argentina sobre Holanda y que le permite jugar la final de la Copa del Mundo Brasil 2014, el domingo ante Alemania. Apenas Maxi Rodríguez aseguró el pasaje de Argentina a la finalísima del Mundial Brasil 2014, se escucharon los primeros gritos de desahogo de los hinchas, primero en el seno de sus hogares, luego en los barrios y posteriormente en todas las calles céntricas de San Luis, las cuales, para las 20.15, ya eran intransitables. 

Los bocinazos de los autos, uno que otro artefacto de pirotécnica o simplemente los gritos, servían para indicar que Argentina había dejado atrás a Holanda y que a través de los disparos desde el punto del penal, la Selección, después de 24 años, volverá a disputar una final del mundo.

La cita será este domingo a las 16 horas, en el mítico Maracaná, contra Alemania. Será la tercera vez que ambos países se enfrentarán en una final. Argentina ganó la del 86 y Alemania se quedó con la del 90. El domingo será el desempate.

Pero eso será otra historia. Ahora es tiempo de celebrar el triunfo en la semifinal y así lo entendieron los puntanos que se volcaron masivamente a las principales calles céntricas de la ciudad capital.

El kilómetro cero, la plaza Pringles con el fondo de la tradicional iglesia Catedral, fue como siempre el punto elegido para exteriorizar la victoria y todo valió para celebrar. Banderas, camisetas, gorros, bufandas, banderines o cualquier cosa que sea celeste y blanca sirvió para agitar, abrazar y festejar este gran logro de la Selección Argentina.

Obviamente, no faltaron los tradicionales los bombos y tambores que le pusieron música de fondo al hit de este invierno, “Brasil decime que se siente”, que su sumó a los clásicos de siempre “El que no salta es un inglés” y “Vamos, vamos Argentina”.

Así ya con la noche encima del feriado del 9 de Julio, los gritos se fueron acallando de a poco… claro algunos pensaron: “aún nos falta un pasito más, que es la final ante Alemania y allí sí festejaremos con todo el tercer título mundial”. Ojalá que así sea.

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