 Este jueves el Tribunal del Colegio de Jueces de la Primera Circunscripción Judicial —integrado por Eugenia Zabala Chacur en calidad de presidenta, Ariel Parrillis y Hugo Saá Petrino— dio inicio al juicio oral contra un hombre acusado del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real en tres hechos”. La causa llegó a debate con un requerimiento de condena de 15 años de prisión.
Este jueves el Tribunal del Colegio de Jueces de la Primera Circunscripción Judicial —integrado por Eugenia Zabala Chacur en calidad de presidenta, Ariel Parrillis y Hugo Saá Petrino— dio inicio al juicio oral contra un hombre acusado del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real en tres hechos”. La causa llegó a debate con un requerimiento de condena de 15 años de prisión.
El fiscal de juicio Nº 2, Fernando Rodríguez, explicó que la investigación se inició el 26 de agosto de 2021 tras la denuncia de los progenitores de tres niñas. Señaló que las familias mantenían una relación de amistad de más de 20 años, lo que habría generado un vínculo de confianza y cercanía. Según los testimonios, el acusado habría realizado tocamientos de carácter sexual en diferentes momentos, cuando las niñas tenían entre 7 y 12 años. Una de ellas fue quien relató primero lo sucedido, lo que impulsó a las otras dos víctimas a contar experiencias similares a sus progenitores, quienes inmediatamente realizaron la denuncia.
En representación de la Defensoría de Niñez, Adolescencia e Incapaces, el defensor adjunto Nahuel Lede Zajic adhirió a lo expresado por la Fiscalía. Destacó que la Defensoría representa a dos de las víctimas que aún son menores de edad y sostuvo que el acusado habría aprovechado la confianza de los adultos y, mediante juegos, recompensas y obsequios, llevaba adelante los abusos sexuales.
Por su parte, las abogadas querellantes Fernanda Pereyra Jamenson y Estrella Marín, que representan de manera privada a las víctimas, remarcaron la necesidad de que el caso se aborde con perspectiva de género y de niñez. Indicaron que, debido a la cercanía con la familia, el acusado era considerado como un “tío” por las niñas, lo que habría facilitado los hechos. Solicitaron que el proceso judicial evite la revictimización y se lleve adelante conforme a los estándares de la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales.
En tanto, el abogado defensor del acusado, Maximiliano Del Signore, rechazó los señalamientos efectuados por la Fiscalía y la Querella. Manifestó que su defendido es inocente y afirmó que esto se demostrará a lo largo del debate oral.
El juicio continuará con la producción de pruebas, etapa en la que tanto la acusación como la defensa presentarán testigos, informes, pericias y demás elementos que permitan acreditar el delito investigado o su inexistencia. El objetivo es brindar al Tribunal la evidencia necesaria para resolver, al momento de dictar sentencia, la condena o absolución de la persona acusada.
¿Por qué no informamos la identidad del acusado ni de las víctimas?
La normativa vigente en Argentina y las buenas prácticas periodísticas establecen que en los casos de violencia sexual debe resguardarse la intimidad de las víctimas. Esta protección busca prevenir la revictimización y garantizar un tratamiento judicial y mediático con perspectiva de género y de niñez. Además, como sucede en este caso, la difusión de los datos personales del imputado podría permitir, de manera indirecta, identificar a las víctimas, lo que implicaría una vulneración de sus derechos.
Fuente: Prensa Poder Judicial

