Este jueves, el abogado Lucas Sosa relató a este medio un episodio ocurrido en el Instituto Privado San Marino, donde un alumno de tercer año fue expulsado por un supuesto hecho de violencia que, según las imágenes revisadas por su representante, nunca ocurrió como se informó.
Sosa explicó que la familia del menor, de quince años, lo consultó preocupada después de recibir un acta de expulsión por un episodio que se atribuía a su hijo. “Se fundamentaba esa acta de expulsión por un episodio de violencia que se suponía que mi representado había ocasionado, agrediendo no solo a otro alumno, sino a una preceptora, y también fundado en una versión que crea una persona del instituto, donde dice que se lo ve sacando un objeto que pudo haber sido utilizado como un arma”, detalló.
“Estaba muy angustiado, muy triste, porque se lo estaba acusando de algo no solamente muy grave, sino que, además, su versión de los hechos era totalmente distinta a la que finalmente se había dejado plasmada en esa acta de expulsión”, dijo Sosa, quien contó que, tras analizar los hechos y hablar con su cliente, comenzó una investigación propia que incluyó vecinos y participantes del episodio, hasta que logró acceder a las imágenes de una cámara ubicada frente al colegio, ya que el hecho ocurrió en la vereda del mismo. “El único damnificado por el hecho había sido mi representado. Mientras él hablaba con unos compañeros, repentinamente lo agrede un alumno de sexto año, por detrás, se arma todo un episodio, un forcejeo, y en un momento se desprende de su mochila. Esa mochila la toma otro alumno, se lleva 40 mil pesos y la descarta debajo de un auto”, afirmó Sosa.
El abogado también cuestionó la versión de una mujer vinculada al hecho, que según él “crea la versión de que había intentado sacar un arma” y que incluso inventó que chocó su camioneta contra una reja por culpa del alumno, cuando las imágenes muestran que ocurrió un minuto cuarenta antes.
Sosa calificó la actuación del colegio como “mala” y aseguró que no se respetó el protocolo de violencia establecido por el Ministerio de Educación. Además, denunció que la institución podría haber aplicado un trato diferenciado: el alumno expulsado era nuevo, mientras que los agresores, todos de sexto año, tenían mayor antigüedad en la escuela.
El abogado mostró el video de los hechos a este medio, aunque no puede ser reproducido por tratarse de menores de edad. Sosa explicó que revisó la filmación segundo por segundo y detectó detalles que habían pasado desapercibidos, incluyendo quién sustrajo la mochila y los momentos exactos del ataque. También remarcó que los directivos de la institución tuvieron acceso este video inclusive antes que él.
El abogado consideró además que el Ministerio de Educación tuvo una actuación “lamentable” ante este episodio. “Advertidos de este episodio, no tomaron ninguna medida para cumplir con el protocolo de actuación. Lo único que se limitó a hacer el Ministerio fue decirle a la madre que su hijo no iba a conseguir banco en ningún otro colegio y que buscara rápidamente una escuela generativa porque iba a perder el año”, relató el letrado.
Tras presentar una acción de amparo, la jueza Viviana Oste ordenó la inmediata reincorporación del menor y la adecuación de todos los contenidos que se había perdido durante casi tres semanas. Además, se pidió que los docentes reorganizaran los exámenes para que el alumno tuviera acceso a todo el material pendiente.
En este sentido, Sosa remarcó que la prioridad fue garantizar los derechos del menor a asistir a clases y aprender, y aclaró que las acciones por daños morales o económicos podrían evaluarse más adelante en otra instancia. Asimismo, confirmó que continúa la denuncia penal por hurto calificado y agresión contra los estudiantes responsables.
Finalmente, este jueves por la mañana, el abogado acompañó al alumno en su reingreso al colegio, donde destacó la bienvenida de sus compañeros. Además, mantuvo una reunión con las autoridades para asegurar que se tomen medidas de convivencia y se prevengan nuevos incidentes. “La verdad que fue muy lindo ver cómo los compañeros y amigos lo saludaban y se pusieron muy contentos de que él estuviera de vuelta, porque sabían de la injusticia que se había dado con esa con su expulsión”, concluyó.