Un tribunal del Colegio de Jueces de la primera circunscripción judicial, integrado por Ariel Parrillis (presidente), Eugenia Zabala Chacur y Fernando De Viana, condenó este miércoles a Mario Santillán, catequista de la iglesia de La Merced, a 12 años de prisión por el delito de abuso sexual doblemente calificado por la guarda y por ser encargado de la educación.
La víctima tenía 12 años al momento de los hechos, ocurridos durante 2022. Santillán era su catequista y futuro padrino de Confirmación. Según el tribunal, el hombre ejercía sobre el niño una triple autoridad moral, educativa y espiritual, que le permitió generar una relación de poder y confianza que facilitó los abusos y demoró la revelación de los hechos.
La acusación
Durante los alegatos de clausura, la fiscal de juicio N° 1, Virginia Palacios, afirmó que el relato de la víctima —realizado en Cámara Gesell— resultó coherente, creíble y respaldado por pruebas periciales y testimoniales. “No se advirtieron indicios de fabulación ni motivaciones para una denuncia falsa”, sostuvo. La Fiscalía pidió una pena de 15 años de prisión y la inhabilitación por 10 años para ejercer funciones docentes con niñas, niños o adolescentes.
El defensor de Niñez y Adolescencia N° 1, Sebastián Privitera, coincidió con la valoración probatoria y subrayó que el acusado, aunque no era ministro religioso, tenía una clara influencia espiritual y formativa sobre el niño. Explicó que esa relación de poder resultó determinante en la dinámica del abuso y en la demora de su revelación, de acuerdo con los informes psicológicos incorporados al expediente.
Por su parte, la querella —representada por la abogada María Fernanda Pereyra Jamenson— solicitó una condena de 20 años de prisión. Pidió que el caso sea valorado con perspectiva de género y de niñez, resaltando la asimetría de poder existente y el contexto de vulnerabilidad de la víctima y su familia.
La defensa
Los abogados defensores, Delfín Chávez y Juan Ignacio Trusendi, solicitaron la absolución de Santillán y, en subsidio, la prisión domiciliaria por razones familiares. Cuestionaron la solidez de la prueba y el valor otorgado a la declaración de la víctima en Cámara Gesell, a la que consideraron “sobrevalorada”.
El caso
La investigación determinó que Santillán mantenía una relación de amistad con la madre del niño, quien asistía a sus clases de catecismo en la iglesia de La Merced, en la ciudad de San Luis. El vínculo entre ambas familias se fortaleció porque una hermana del menor cuidaba a la madre del imputado. En ese contexto, el hombre invitó en reiteradas ocasiones al niño a quedarse a dormir en su casa, donde se produjeron los abusos denunciados.
La denuncia se radicó luego de que el menor relatara los hechos a su madre. Tras el debate oral, el tribunal declaró a Mario Santillán culpable y dictó la condena de 12 años de prisión efectiva.