Este martes, el Senado provincial dio media sanción, por unanimidad, al proyecto que declara a 2026 como el “Año de la Educación”. El tratamiento de esta iniciativa del Gobierno provincial fue una de las más aburridos del año, con el exalbertista Diego García leyendo (muy mal, por cierto) una reseña histórica sobre Domingo Faustino y la escuela que fundó en San Francisco, que parecía copiada de internet o hecha por IA.
Tras casi 10 minutos de reseña histórica, enumeró las políticas educativas que Claudio Poggi ha implementado en esta gobernación, como las becas al Mérito y la Universal Superior, el PANE y hasta las bicicletas del plan TuBi. Obviamente, mencionó la reconstrucción del tejido social, lo cual ya parece un requisito que deben cumplir todos los legisladores poggistas. Cuando terminó de enumerar estas políticas, leyó los artículos del proyecto y finalizó su alocución.
El siguiente en tomar la palabra también fue el poggista Adolfo Castro Luna, quien también se deshizo en elogios hacia el gobernador, pero al menos lo hizo sin leer e incluyó una reflexión sobre la realidad educativa actual. “Las nuevas tecnologías han hecho una irrupción violenta en nuestra realidad, en las aulas, en cada uno de nuestros espacios. Hace poquito, una escuela en Villa Mercedes declaró la limitación del uso de pantallas dentro de su de su currícula, y creo que son cuestiones que vamos a tener que debatir en este recinto, en las comisiones, y acompañar al cuerpo de docentes de la provincia para que puedan ejercer mejor sus tareas”, dijo el senador oficialista, señalando que declaraciones como esta “se tienen que traducir en acciones”.
Por el lado de la oposición, Hugo Olguín dijo que su bloque iba a acompañar el proyecto e hizo una muy leve referencia a los conflictos docentes que enfrenta el actual Gobierno provincial. “Entendemos que la educación es el motor del progreso, la igualdad y la justicia social. Y el derecho de la educación es de todos los ciudadanos, y la responsabilidad es de todos los gobiernos. Entonces, creemos que, y entendemos que hay que comprometernos a apoyar, tanto a los alumnos como los docentes, para que el esfuerzo que hacen diariamente por alcanzar objetivos contribuya también a un crecimiento y al desarrollo de nuestra provincia”, dijo el opositor.
El Senado provincial dio despacho favorable al proyecto que establece un marco normativo para el decomiso anticipado y definitivo de armas de fuego. La iniciativa busca regular la destrucción o reutilización con fines de interés público de armas secuestradas o decomisadas por orden judicial o administrativa, y adhiere a la Ley Nacional 25.938, que creó el Registro Nacional de Armas de Fuego y Materiales Controlados, Secuestrados o Incautados.
El texto designa al Ministerio de Seguridad como autoridad de aplicación y faculta al organismo a dictar normas complementarias sobre los procedimientos técnicos y la trazabilidad del material. Además, establece que las armas decomisadas deberán ser destruidas o destinadas exclusivamente a las fuerzas de seguridad provinciales, y que los jueces deberán comunicar las resoluciones correspondientes dentro de las 48 horas de haber quedado firmes. El proyecto también introduce modificaciones en el Código Procesal Penal y en la ley sobre bienes objeto de secuestro judicial, con el fin de agilizar los procesos y evitar la acumulación de armamento bajo custodia judicial.
Al respecto, la oposición planteó algunas críticas al proyecto, como que “no da garantías” si a alguien le secuestran sus armas deportivas por algún tipo de contravención. Desde el oficialismo la respuesta fue que el proyecto es mejorable y que estos planteos van a ser tenidos en cuenta para la reglamentación de la norma. Aún así, la oposición decidió no acompañar el proyecto, el cual obtuvo media sanción por mayoría.




