El conflicto que desde septiembre enfrentaba a dos docentes del área de Biología Molecular de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia terminó de escalar esta semana, cuando la situación se volvió pública tras una publicación de El Destape y finalmente obligó al decano Sebastián Andujar a emitir una resolución formal. En esa decisión, firmada este jueves, el Consejo Directivo dejó asentado que el profesor responsable de la materia no tiene la atribución de eliminar contenidos del programa ni de los trabajos prácticos, y dispuso elevar el caso a la Comisión de Derechos Humanos del Consejo Superior.
El episodio comenzó cuando Leonardo Seguín, jefe de trabajos prácticos de Biología Molecular e Ingeniería Genética, denunció ante las autoridades que el profesor responsable del curso, Darío Ramírez, había eliminado sin aviso el material que él había subido al classroom para la clase del 5 de septiembre. Ese contenido incluía una explicación del funcionamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y del índice de abuelidad, utilizado para establecer la filiación biológica entre nietos y abuelos, y formaba parte de un trabajo práctico orientado a introducir a los estudiantes en el manejo de papers científicos y en los estudios genéticos de filiación.
En su nota de octubre al decano, Seguín detalló que Ramírez bajó el archivo apenas un día después de la clase, con el argumento de que se trataba de un documento de “adoctrinamiento”.
También expuso que ambos mantuvieron una reunión el 9 de septiembre, en la que acordaron que el material sería repuesto y que Ramírez expresaría allí su disenso. Ese compromiso, según el JTP, nunca se cumplió, y cuando volvió a subir el archivo, Ramírez lo eliminó por segunda vez.
En esa misma presentación, Seguín planteó que las decisiones del profesor responsable afectaban su libertad de cátedra y que la temática del BNDG estaba amparada tanto por los contenidos mínimos que él consideraba insoslayables como por la normativa que establece la curricularización de los derechos humanos en las universidades nacionales
Ramírez respondió el 24 de octubre con un descargo de cinco páginas. Allí se definió como “un guardián de saberes” y sostuvo que la presentación de Seguín tenía “un marcado componente de adoctrinamiento ideológico de izquierda”.
También afirmó que el tema del índice de abuelidad no está contemplado en los contenidos mínimos del plan de estudios y que, a su entender, dividiría ideológicamente al curso. A eso sumó críticas al área y a otros docentes, a quienes acusó de conformar un “grupo hegemónico de izquierda”, y pidió que la facultad tomara medidas para evitar que “desvirtúen” el funcionamiento del AIC de Biología Molecular
El expediente pasó luego por el Consejo Directivo y fue analizado por Asesoría Jurídica de la UNSL. En su dictamen, el asesor legal sostuvo que el profesor responsable tiene un rol clave en la planificación y dirección pedagógica, pero no puede modificar ni dar de baja contenidos predeterminados en los planes aprobados por las autoridades de la universidad.
Con ese dictamen como base, Andujar firmó hoy la resolución RCD02-275/2025. Allí se comunica al área que el docente responsable no está habilitado para eliminar contenidos mínimos, que la modificación o baja de esos contenidos está restringida por los planes de estudio, y que el caso será elevado al Consejo Superior y a su Comisión de Derechos Humanos, Género y Discriminación.
La decisión del decano se conoció horas después de que el caso trascendiera públicamente y generara repercusión, tanto dentro como fuera de la comunidad universitaria, por el alcance político-académico del episodio y por el fuerte contenido ideológico del descargo presentado por Ramírez.




