“Aspiraba a ser reelecto por un periodo más. Siempre lo dije con mucha coherencia y siempre aclaraba, porque así lo pienso, que siempre me iban a ver trabajando por la unidad de mi partido. Hoy quiero decirles que declino mi aspiración a la reelección y me pongo a disposición de la conducción del partido. Voy a trabajar por la unidad”, dijo Claudio Poggi, anunciando su declinación, la cual fue primicia de La Gaceta.

“Pido que este gesto se replique y se repita en todos los dirigentes que están peleándose en algunos pueblos de los departamentos de nuestra provincia. Porque como siempre decía el general Perón, primero está la patria, después el movimiento y, por último, los hombres”, agregó el Gobernador, suscitando de ese modo un ensordecedor “olé, olé, olé, Poggi, Poggi”, el cual se constituyó en la única ovación de toda la noche y en una clara demostración de la popularidad del Primer Mandatario.

Cabe destacar que, durante el correr de la noche se repitió, una y otra vez, esta máxima peronista. Viniendo de Poggi, y especialmente después de su declinación, esa frase sonó más que sincera y, obviamente, un poco sumisa. Viniendo de los Rodríguez Saá, quienes se perpetuaron en el poder por 28 años, no sonó más que a hipocresía, especialmente con toda esta jugada de hacer declinar a Poggi, quien claramente era el favorito de los presentes.

Luego de hacer un repaso a sus políticas más exitosas, Poggi le cedió la palabra a Alberto Rodríguez Saá, quien lo primero que hizo fue explicar que se eligió hacer este “cabildo” un 24 de febrero, señalando que ese mismo día, durante el año 1946, Juan Domingo Perón ganó su primera elección a presidente. Acto seguido, comentó que fue “el” Adolfo el que más ha trabajado por la unidad que “hoy hay en San Luis”, y destacó el gesto de Claudio Poggi.

Lo que siguió fue la clásica perorata albertista, llena de palabras como “pasión”, “esperanza” y “sueños”; solo faltó el famoso “mundo de las ideas”. “Debemos convertir las pasiones en un pensamiento racional dirigido a consolidar la unidad del peronismo y la coordinación de acciones para una sola bandera”, dijo en un momento. “Se ha perdido la esperanza. La esperanza es cómo va a ser mañana. Nosotros en San Luis siempre hemos triunfado sembrando esperanza”, agregó, señalando que, el 1ro de mayo, “vamos a hablar de los sueños”

“Compañero Poggi, lo vamos a acompañar para que usted termine, cumpla y sea un gobernador querido y respetado por todo el pueblo de San Luis”, le dijo “el” Alberto al Gobernador. De más está decir que muchos tomaron esto como una especie de “te voy a dejar de pegar en mi diario”.

“Entre nosotros, con ustedes, con los legisladores, con los intendentes, con los concejos deliberantes, con los legisladores nacionales tenemos que coordinar para que nuestras fuerzas sean todas dirigidas a la misma dirección, que es construir un San Luis feliz, con proyectos”, fueron las palabras con las que concluyó Alberto Rodríguez Saá, sin manifestar en ningún momento su deseo de volver a ser gobernador.

Y finalmente llegó el turno de Adolfo Rodríguez Saá, quien centró su discurso en la unidad que tendrá Compromiso Federal de cara a las elecciones. “Voy a definir como será el rol y la tarea de los dirigentes y militantes de la lista Celeste Unidad”, dijo el ex gobernador, dejando más que claro que la dedocracia regresó al PJ provincial

Obviamente, esta decisión fue adornada con palabras como “unidad”, “consenso” y “buscar los mejores hombres”, pero lo cierto es que los Rodríguez Saá están optando nuevamente por la vía menos democrática, impidiendo que el pueblo de la provincia de San Luis elija a sus candidatos a través del voto en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Desafortunadamente, esta reflexión escapó a muchos de los
presentes, quienes aplaudieron cada palabra del ex gobernador.

De igual manera, estos anuncios deberían poner más que feliz a la oposición provincial, la cual seguramente recordará que las elecciones de 2009, en las que los hermanos Rodríguez Saá eligieron a todos los candidatos a dedo, fue una de las peores para el oficialismo provincial, debiendo recurrir a una de sus maniobras más sucias de la historia reciente para impedir la asunción de 4 diputados opositores. 

Volviendo al gesto de Poggi, “el” Adolfo dijo que debería impulsar “a cada dirigente, cada militante a reflexionar sobre el momento histórico que vivimos”; destacando, luego de repetir una vez más la máxima de Perón, el “ejemplo de humildad” que se está dando desde el partido gobernante en San Luis. “Queremos una lista unida. Unidos somos invencibles. Habrá en las PASO una sola y única lista de unidad”, sentenció Rodríguez Saá.

En cuanto a su propia candidatura, Adolfo dijo que “las políticas de la Argentina, dominadas por las pasiones de Buenos Aires, no nos son favorables”. De igual manera, dijo que se va a esperar hasta fines de marzo o abril para tomar una decisión definitiva, la cual le “encantaría que fuera positiva”. Además, anunció que se mantiene “el diálogo abierto con importantes dirigentes del país”.

Para concluir su alocución, y volviendo por enésima vez a la máxima de Perón, Rodríguez Saá volvió a referirse a los ánimos políticos a nivel nacional. “Ellos creen que primero son los hombres, segundo son los hombres y tercero son los hombres. Y siempre son ellos”, dijo el hombre que modificó la Constitución Provincial para ser reelecto indefinidamente.

La noche culminó con Adolfo, Alberto y Poggi apareciendo en el balcón que da al frente de la sede del partido, donde no se ubicaron ni pantallas ni parlantes, por lo que la gente no tenía idea de qué había pasado. La pregunta reinante de esta gente a toda persona que vieron salir del acto fue por la continuidad de Poggi, lamentando en su mayoría la declinación del Gobernador. Volviendo al balcón, Adolfo estuvo presente unos segundos nomás, dejando a su hermano y a Poggi para que estrechen sus manos ante el público presente.